El segundo verano en pandemia sigue dejando secuelas en el turismo. La vacunación ha permitido una mayor tranquilidad y una relajación en las restricciones, pero el miedo a viajar y a hospedarse en otros lugares sigue patente. En este contexto, las caravanas suponen una solución para moverse por el país minimizando los riesgos. Aquí entran en juego los campings, grandes espacios que permiten el alojamiento de estos vehículos y aportan soluciones de ocio.

El camping Los Molinos, ubicado en Manzanal de Arriba, ofrece unas condiciones propicias para este tipo de turismo. Este espacio se sitúa junto a la playa del municipio, una circunstancia que permite disfrutar del sol y del baño, pero también de varias actividades propuestas por el camping, como el kayak o las pedaletas. Estas opciones permiten disfrutar del agua y de las grandes vistas de la Sierra de la Culebra. Además, el camping también cuenta con servicio de bar y restaurante.

A pesar de reunir estas cualidades y de contar con todas las medidas de seguridad, la pandemia continúa siendo un freno para el camping. “Se nota la pandemia. Hay menos movimiento que en los veranos previos al virus”, reconocen desde Los Molinos.

El ascenso de la crisis sanitaria durante los últimos meses ha provocado que las cancelaciones estén a la orden del día. “Hay mucha gente que ha tenido que suspender la reserva porque se ha contagiado o porque le ha tocado hacer cuarentena. Esto va de un día para otro”, aseguran. Las dificultades no solo han causado la falta de reservas o la cancelación de algunas, sino que también han afectado a la forma de disfrutar del camping. “La gente viene con miedo y prefiere moverse solo en su círculo cercano, sin juntarse con otros”, afirman. La búsqueda de la tranquilidad también afecta a las actividades propuestas por la organización, ya que muchos de los visitantes solo buscan descanso en su círculo.

Respecto a la procedencia de los turistas, este julio se ha caracterizado por una ausencia de viajeros extranjeros. Las complicaciones y restricciones para viajar entre países provocan que apenas haya visitantes foráneos. “Se ve algún francés, algún inglés, pero no pasa de ahí. La inmensa mayoría son españoles”, reconocen los gerentes.

Dentro de nuestras fronteras, el movimiento tampoco es mucho mayor. “La mayor parte de turistas que viene al camping proceden de Castilla y León”, apuntan.

Agosto se presenta como la gran esperanza para salvar el verano y buena parte del año. A pesar de la pandemia, los campings se muestran como lugares idóneos para poder viajar con seguridad. Además, en un mes en el que las zonas de baño de Villardeciervos y Cional experimentan una gran afluencia, la playa de Manzanal supone una alternativa de lujo para los aficionados al sol y al baño.