Pobladura de Aliste ha abierto al público la exposición al aire libre “Obisparra” (Pasado, Presente y Futuro de una Mascarada) que estará abierta hasta el 15 de septiembre. La muestra coincide con los veinte años de la recuperación y celebración ininterrumpida cada 15 de agosto de esta tradicional mascarada. En esta ocasión sus personajes “han salido a la calle para quedarse las 24 horas, durante sesenta días”.
El pueblo ribereño del río Aliste, sus calles y plazas se convierten así en una gran sala de exposiciones “para que podamos conocer mejor lo que es y significa la obisparra, disfrutando con las estampas de los personajes y de las diferentes escenas de la misma y así aprender a quererla. Porque solo lo que se conoce se puede valorar y se puede querer” apuntan los organizasdores, que valoran el empeño de los vecinos por preservar sus tradiciones más populares.
La iniciativa está promovida por la asociación cultural “Aires de Aliste”, –auténtica dinamizadora de la vida social y cultural de la localidad–, con el apoyo de la Diputación Zamora, Fundación “Caja Rural”, Ayuntamiento de Mahíde y Academia de la Máscara.
Al acto inaugural asistieron Bernardo Calvo Brioso (profesor y experto en mascaradas de España y Portugal), Antonio Pinelo Tiza (licenciado en Filosofía por la Universidad de Oporto y director de la Academia Ibérica de la Máscara, con sede en Braganza) y José María Prada Saavedra (diputado de Cultura y Turismo), actuando como anfitrión el joven comisario de la exposición Javier Silva Lorenzo.
Tras dos décadas, en la exposición hay también un recuerdo para los ausentes: “In memoriam a todos aquellos que dieron voz y vida a la Obisparra y no están con nosotros”. Un mural con sus estampas les rinde homenaje.
Allí, en cada rincón donde la Obisparra recobra la vida y sus aconteceres cada 15 de agosto, se muestran grandes estampas de personajes y rituales para conocer mejor su idiosincrasia.
Un mundo maravilloso, el de la Obisparra de Pobladura que componen hasta quince personajes diferentes: dos sembradores, dos bueyes, arador, el gañán, la filandorra con el niño, soldado, ciego (acompañado de mendigo o lazarillo y piojoso), bailador, bailadora (personajes secundarios ataviados con traje típico alistano) y gaitero y tamborilero.
Javier Silva Lorenzo, comisario de la exposición señalaba que “hoy estamos dando comienzo a una nueva etapa y a una marca en la historia de nuestro pueblo. La Obisparra es para Pobladura uno de los elementos patrimoniales de carácter inmaterial más importantes, ya que preserva un legado antiquísimo y de gran riqueza cultural. Desde hace ya veinte años ha formado parte de nuestra vida, de nuestro legado: ha determinado nuestra identidad. Somos Obisparra y tenemos un presente en el que vamos recogiendo poco a poco ese fruto del trabajo bien hecho. Un trabajo en el que Aires de Aliste sigue poniendo su empeño en mantener esta mascarada, en luchar frente a todo, con dar el estatus que merece. Y vamos hacia un futuro que empezamos a labrar con esta exposición. Un evento que es solo el principio del trabajo duro”.
La lucha de un pueblo por ensalzar su etnografía y la naturaleza
La asociación “Aires de Aliste” se marca entre sus objetivos “el desarrollo turístico de la zona, reivindicar la comarca alistana y la Sierra de la Culebra como enclaves que visitar y disfrutar, de su etnografía, gastronomía y naturaleza”. También miran a Portugal: “hemos traspasado fronteras: el adaptar esta exposición a los visitantes de nuestro país vecinos y el quererles enseñar nuestra fiesta, nos ayuda a llegar más allá” La intención es “entrar a formar parte de la Academia de la Mascara Ibérica de manera activa, con el fin de afianzar más esos nexos de unión. Así se lo hizo saber Javier Silva al director de dicha entidad allí presente Antonio Pinelo Tiza. La Obisparra de Pobladura de Aliste se celebraba originariamente el día 26 de diciembre (San Esteban Protomártir), recuperándose en el año 2001 pero coincidiendo con el 15 de agosto (día grande de las fiestas de la Virgen de la Asunción): “Una mascarada de invierno que ahora se celebra en verano”.
En sus orígenes estaba ligada a las ancestrales comedias de corral que se representaban en Aliste por Nochebuena y Navidad. Como el acceso al corral era gratuito, al día siguiente los actores con sus correspondientes disfraces pedían a los vecinos casa por casa una colaboración voluntaria o aguinaldo en un acto acompañado de toda una serie de elementos religiosos, sociales y folclóricos, teatrales, que constituían la Obisparra.
Antonio Vega, maestro originario del pueblo, sentenciaba: “como muchos otros pueblos de Zamora, Pobladura de Aliste es la España vacía y con frecuencia desesperanza e inquietud, es sentimiento de abandono. Pero Pobladura es también paisaje, es vegetación, es un cielo limpio y lleno de estrellas, es la Sierra de la Culebra, silencio, frío en las noches de verano, una comunidad de gentes sencillas y humildes y trabajadoras donde las haya. Es nuestro pueblo y, si quieres, también el tuyo. Por eso, siendo cierto que Zamora Enamora, tengo que decir que, a pesar de todo, Pobladura y la Obisparra también”. El sueño de los vecinos es recuperar la normalidad y que la Obisparra vuelva a brillar cultivando rituales, convivencia y hermandad. De momento la exposición es un logro, mientras la pandemia del COVID 19 sigue marcando los tiempos a su antojo.
