El mayor incendio forestal del año pasado, originado en Lober de Aliste y que se extendió a Gallegos del Río y Vegalatrave quemando casi dos mil hectáreas de monte, generó unos gastos de 336.000 euros, “que ya han sido reclamados a los causantes” confirma la Junta de Castilla y León. Fue el siniestro más costoso de la campaña 2020, pero no de los últimos años, cuando la extinción de otro gran fuego en Sanabria, causado por unas instalaciones eléctricas supuso un desembolso de 486.000 euros.

Estos siniestros forman parte de los cerca de 100 procedimientos sancionadores por incendio forestal iniciados en Zamora por la Junta en los últimos tres años y medio. Las reclamaciones a sus causantes por los gastos generados supera el millón de euros, cuantía que no incluye las sanciones en todos aquellos fuegos intencionados o causados por negligencias al no haber adoptado las medidas preventivas.

“Cabe la posibilidad de proceder a la reclamación extracontractual de esos gastos de extinción incluso en los incendios forestales por causa puramente accidental” precisa la Delegación Territorial de la Junta. Además, existe la tipificación como delito penal de los incendios forestales, cuya responsabilidad se dirime ante instancias judiciales de forma paralela a los expedientes administrativos.

La Junta explica el ejemplo de un operativo tipo compuesto por dos agentes medioambientales, dos helicópteros, dos cuadrillas helitransportadas, dos autobombas y dos cuadrillas terrestres, que supondría un coste superior a los 6.000 euros por hora de intervención, cantidad que deberá afrontar el responsable del fuego.

La investigación permite a la Junta determinar que en torno al 95 por ciento proceden de causas humanas, “siendo desgraciadamente su intencionalidad bastante elevada en las provincias del oeste de la Comunidad”. Por ello, la Administración insiste en que se avise “rápidamente al 1-1-2, aportando la máxima información posible para lograr que los incendios no pasen de pequeños conatos”.

Gracias a la intervención de los medios desplegados, en Zamora el 90 por ciento de los incendios no superan las cinco hectáreas de superficie, mientras que en torno al 75 por ciento se quedan en simples conatos inferiores a la hectárea, datos que dicen mucho de la eficiencia del operativo autonómico.

Más de 500 profesionales participan en Zamora en el operativo autonómico de incendios forestales “con un elevado grado de implicación en la salvaguarda de la integridad de las personas, sus bienes, las infraestructuras y el monte, por este orden, siendo la coordinación institucional con otras administraciones con competencias en las zonas no forestales, como la Diputación y ayuntamientos, esencial para culminar con éxito esta compleja tarea” precisa la Junta.

Llamada a la prudencia en una provincia “muy castigada”

El elevado riesgo durante el verano obliga a regular las actividades susceptibles de provocar incendios. Es la razón de que en la época estival no esté permitida la utilización de maquinaria o equipos en el monte, ni en aquellos terrenos rústicos situados en una franja de 400 metros alrededor del mismo, cuyo funcionamiento genere o pueda generar fuego o chispas (sopletes, soldadores, radiales, cohetes, desbrozadoras acopladas a tractores, motodesbrozadoras con cabezal de disco), maquinaria que siempre requeriría autorización para su uso en verano. En las labores agrícolas, no se deben utilizar cosechadoras o empacadoras cuando la temperatura sea superior a 30ºC y la velocidad del viento superior a 30 kilómetros por hora y en todo caso se debe tener a mano siempre los medios de extinción obligatorios (dos mochilas con agua y dos batefuegos), debiendo extremar la vigilancia. Nunca se debe encender fuego ni utilizar hornillos o barbacoas fuera de zonas autorizadas y siempre hay que recoger la basura propia y no aparcar o acampar en el monte salvo sitios habilitados.

“Es muy necesario recordar a la ciudadanía que no se debe bajar la guardia y que siempre es importante extremar las precauciones, pero más ahora en época estival en todos los trabajos y tareas que se realicen en el monte o próximas a ellos y en todas nuestras actividades de uso público y disfrute de la naturaleza. De todo ello pueden informarse a través de los Servicios Territoriales de Medio Ambiente o del personal de Guardería Medioambiental” precisa la información difundida por la Administración regional. La delegada territorial, Clara San Damián destaca que “los incendios forestales son un gran problema ambiental y de seguridad para la ciudadanía. La Junta de Castilla y León seguirá tomando todas las medidas necesarias y exigiendo responsabilidades a los causantes para tratar de evitar el mayor número posible de incendios. Zamora es una zona especialmente castigada y es por ello que pido a la población responsabilidad y una especial precaución durante los meses de verano”.