La Junta de Castilla y León ha remitido a todos los ayuntamientos de la provincia de Zamora una guía práctica sobre la celebración de fiestas populares para disipar las dudas acerca del tipo de actos que está permitido organizar en el actual nivel de alerta sanitaria y cuáles no.

La mayor parte de espectáculos al aire libre están permitidos, como las verbenas o los festejos, aunque con restricciones de aforo y distancia de seguridad entre los asistentes. Los encierros, en cambio, volverán a estar prohibidos por segundo año consecutivo debido a la pandemia de coronavirus.

El rápido incremento de los contagios en la provincia de Zamora –especialmente entre la población joven– ha llevado a algunos gobiernos municipales a suspender sus fiestas patronales por iniciativa propia, es el caso de Moraleja del Vino, que en condiciones normales este mismo fin de semana estaría celebrando La Magdalena. La alcaldesa, Eva Calvo, confirmaba a este diario el pasado domingo que el único acto previsto es la misa en honor a la santa, y sin procesión.

Sin embargo, otros ayuntamientos cuyos patrones celebran su onomástica en agosto o en septiembre viven en una incertidumbre acerca de qué tipo de espectáculos contratar y cuáles no, con un ojo puesto cada día en el “parte COVID” con la esperanza de ver una mejora en la situación epidemiológica. Si, por el contrario, Sanidad tuviera que retroceder a la provincia de Zamora al Nivel 2 de alerta, los aforos descritos en la guía remitida a los ayuntamientos podrían variar. A día de hoy, las fiestas de los pueblos serían de la siguiente manera.

Tauromaquia

Los festejos de plaza estarán permitidos con un límite de aforo del 75% de la grada y distancia entre grupos de convivientes, que será de una plaza libre si hay asientos fijos o 1,5 metros si no los hay. Esto incluye tanto corridas, como novilladas o concursos y exhibiciones de cortes. Se permitirá comer y beber en el recinto.

Sin embargo, los cosos taurinos de la provincia no podrán acoger capeas o sueltas de vaquillas.

Lo que sí queda totalmente prohibido son los encierros urbanos y mixtos, pues Sanidad entiende que la aglomeración de personas forma parte de la esencia misma de estos actos. Los espectáculos taurinos tradicionales de Castilla y León que implican la suelta de reses en vía pública tampoco estarán permitidos en ningún caso.

En cuanto a los encierros de campo, Sanidad evaluará el riesgo de cada evento por separado. “Hay factores a tener en cuenta que, en función de cómo se configuren por los organizadores, facilitarían su desarrollo, tales como el recorrido, número de participantes, limitación a caballistas o limitación del público”, detalla la guía. En cualquier caso, los ayuntamientos necesitarán adjuntar, junto con la solicitud de autorización del festejo, toda esta información detallada con al menos 10 días naturales de antelación a la fecha del evento.

Fuegos artificiales

Los ayuntamientos podrán lanzar castillos de fuegos artificiales sin evaluación previa siempre que se puedan contemplar sin que se produzcan aglomeraciones –por ejemplo, lanzándolos en campo abierto– o bien arbitrando mecanismos para controlar el aforo en los espacios urbanos donde tengan que acudir los vecinos, con un límite del 75% de la capacidad.

Los pasacalles de fuego se podrán desarrollar en un recinto acotado y con un aforo máximo del 75%, con un máximo de 1.000 personas, y evaluación de riesgo por parte del Servicio Territorial de Sanidad, el cual se tendrá que solicitar con 10 días de antelación. Los toros de fuego sí estarán prohibidos este verano.

Atracciones feriales

Se podrán instalar “caballitos” con un 75% de ocupación en cada fila de la atracción. En las atracciones sin asientos el aforo será del 50% de la capacidad máxima, siempre que pueda haber 1,5 metros de distancia interpersonal, y de lo contrario el 30% del aforo.

Mercados

Seguirán permitidas las ferias comerciales y los mercados medievales –como el celebrado el pasado fin de semana en Villalpando– con un 75% del aforo y una distancia de 1,5 metros entre puesto y puesto. El aforo total se calcula dividiendo los metros cuadrados del recinto –excluyendo la superficie ocupada por los puestos– entre cuatro.

Pruebas deportivas

En las competiciones no oficiales los jugadores tendrán que llevar mascarilla. El límite de asistencia , cuando se celebren al aire libre, es de 30 personas máximo, y con distancia de cuatro metros entre grupos. Si se juegan en espacio cerrado el límite está en el 85% del aforo del recinto, o 25 personas.

Las competiciones oficiales seguirán el protocolo del Consejo Superior de Deportes.

Juegos populares

Deportes tradicionales del mundo rural como la petanca, la rana o la calva se podrán jugar sin necesidad previa de evaluación del riesgo sanitario, siempre que el número de asistentes no supere el millar (500 personas si es en un espacio cerrado), si no implican aglomeraciones y si se pueden guardar las distancias de seguridad. En caso contrario, el ayuntamiento deberá solicitar la evaluación con 10 días de antelación, y si lo organiza un tercero con 20 días de antelación ante el propio ayuntamiento.

Orquestas y discomóviles

Las verbenas, que antes del COVID eran “el plato principal” de las fiestas populares, y ahora uno de los actos más controvertidos, sí se podrán organizar con algunas condiciones: dentro de un recinto acotado, con un máximo del 75% del aforo y nunca más de 1.000 personas. Tendría que haber 1,5 metros de distancia entre grupos de no convivientes y la mascarilla sería siempre obligatoria. No tendrá que haber asientos, pero sí aéreas diferenciadas para mantener las distancias, y zonas de paso libres de público. Los asistentes podrán comer, beber y bailar sin dejar de guardar las distancias.

Pasacalles

Ni desfiles ni pasacalles musicales recorriendo los pueblos. Podrán actuar en recintos acotados donde no podrá entrar más que el 75% del aforo, sin superar nunca las 1.000 personas. Aquí el público podrá estar de pie.

Conciertos y cine

Este tipo de espectáculos culturales se tendrán que desarrollar o en un local o en un recinto acotado, en ambos casos con asientos preasignados y entradas numeradas, sin sobrepasar el 75% del aforo del espacio ni el millar de personas en total (500 si el espacio es cerrado). Igual que en otros casos, la gente tendrá que llevar mascarilla y guardar un asiento o 1,5 metros de distancia de seguridad.

Teatro callejero

Dejará de ser callejero, pero se podrá celebrar al aire libre en recintos acotados, con asientos, mascarillas y los mismos límites de aforo y distancias interpersonales que en los casos anteriores. El público podrá comer y beber y, si se cumplen todas las condiciones, los organizadores no necesitan solicitar la evaluación de riesgo sanitario.

Procesiones y romerías

Se pueden desarrollar al aire libre siempre que se acote el recinto para controlar el aforo, que este nunca exceda el 75% del total ni pase de las 1.000 personas. También será se guarden las distancias de seguridad entre los asistentes y entre los participantes, y que haya un grupo organizador que controle el cumplimiento de todos estos requisitos. Igualmente, las misas patronales se podrán sacar al aire libre si se acota el recinto y se limita el aforo al 75%.

Peñas

Este tipo de agrupaciones sí podrán abrir sus locales a partir de 23 de julio y reunirse en ellos, pero garantizando las distancias de seguridad interpersonales y, como en todos los recintos de interior, llevando mascarilla en todo momento.

Fiestas de la espuma

Esta es una de las actividades más típicas en los pueblos que pasa a estar prohibida, dado que no se garantiza el cumplimiento de las distancias de seguridad y, sobre todo, porque las mascarillas son inútiles si se mojan.

Comidas populares

Las paelladas, las chocolatadas y otros festines se podrán organizar sin necesidad previa de evaluación de riesgo sanitario si es posible cumplir las distancias de seguridad, si hay unos organizadores que velen por el cumplimiento de las medidas y si se limita la participación a 500 personas en recintos cerrados y 1.000 personas al aire libre. Si no, tendrán que solicitar la evaluación con antelación.