Los propietarios afectados por la línea de alta tensión que atravesará el término municipal de Roales del Pan de oeste a este han manifestado su indignación con el Ayuntamiento que preside David García, que habría solicitado a la empresa promotora del proyecto el soterramiento del último tramo de la línea, entre la autovía A-11 y la carretera N-630 (corredor de Roales), pero no en el resto del término.

De esta forma, las 22 torres inicialmente proyectadas pasarían a ser 19, según los propietarios que ya habían comenzado a organizarse y movilizarse para exigir el soterramiento de la línea eléctrica, tal y como se hará en los términos de Zamora y Valcabado, por donde también discurrirán los cables.

“En la zona de Roales que se va a soterrar hay un par de naves industriales, y el Ayuntamiento pretende que se levanten más empresas en la zona, por eso les interesa soterrar los cables, pero no tienen la misma consideración con todas las fincas rústicas afectadas, a pesar de que la agricultura es la actividad que da de comer a los españoles y la base de la economía de Zamora”, expresa uno de los propietarios afectado en varias parcelas de su propiedad, que se ha puesto en contacto con este periódico.

Así, la última torre estaría pegando a la A-11, unos metros al norte del viaducto que salva la carretera de La Hiniesta, y a partir de ahí continuaría soterrada para salvar el corredor de Roales. Ese apoyo está en una parcela que fue parcialmente expropiada por ADIF durante las obras del AVE. Los poyos que desaparecerían iban a estar ubicados en una parcela privada y en otra de ADIF, respectivamente.

Del mismo modo, los propietarios señalan el hecho de que las 18 torres restantes sobre las que se apoyará la línea de alta tensión se encuentran todas en terrenos privativos, a pesar de que el tendido sobrevolará un total de once parcelas de dominio público, que “perfectamente podrían haber acogido varios de los apoyos, se trata de parcelas que no se usan ni siquiera para pasto”, expresan.

Por este motivo, los afectados señalan que se ha incumplido la ley en su premisa de ubicar los apoyos “en terrenos de titularidad pública siempre que sea posible”. De hecho, aseveran que en este caso en el término de Roales del Pan “parece que se ha hecho lo contrario, sorteando todos los terrenos de titularidad pública para desafectar terrenos privados”.

Esto contrasta con el proyecto diseñado para el término de Valcabado. Una vez que la línea cruza el corredor de Roales (la N-630 desdoblada) por debajo de la calzada, el cableado continúa soterrado en su totalidad y en casi todo el recorrido lo hace por los caminos de concentración parcelaria, para evitar incluso los inconvenientes que causaría a los agricultores y a los propietarios de las parcelas la apertura de zanjas en sus terrenos. En todo el término municipal de Valcabado, desde el corredor hasta la subestación transformadora, la zanja solamente atravesará una finca, cerca de la carretera de Cubillos, donde la línea de alta tensión tiene que virar para llegar hasta dicha subestación.

Los afectados por el tendido en Roales alaban el buen hacer del Ayuntamiento de Valcabado y creen que “en Roales se podría haber intentado algo similar, aprovechando los caminos e incluso la antigua vía del ferrocarril para soterrar la línea de alta tensión”.

El parque fotovoltaico está proyectado por la empresa Solaria y se ubicará en el término municipal de Zamora, al norte de la capital, en unos pagos situados entre la carretera de Alcañices (N-122) y la carretera de La Hiniesta (ZA-P-1405). La línea de alta tensión tiene que atravesar Roales para llegar a la subestación transformadora de Valcabado, que verterá la energía producida a la red general.