El subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco, participó ayer en la prueba de sonido de las sirenas de alerta a la población de Ribadelago y Ribadelago Nuevo, dentro de los planes de emergencia de las presas, realizadas por la empresa Endesa que gestiona el sistema de presas de Moncabril. Este simulacro es “para garantizar la seguridad a la población y garantizar el funcionamiento de las infraestructuras”, en palabras de Ángel Blanco. Las pruebas se efectuaron con la participación de la Junta de Castilla y León, la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, Protección Civil, Confederación Hidrográfica del Duero, representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, además del Ayuntamiento de Galende.
A las 10.30 de la mañana se ponía a prueba la sirena de aviso de Ribadelago Viejo, la primera en sonar alto y claro –incluso con eco- de las ochos sirenas instaladas: cinco en las presas de Puente Porto, Playa, Garadones Cárdena y Vega de Conde, dos en los pueblos Nuevo y Viejo y una en la Central de Moncabril. A una hora “prudencial” y en una fechas donde las condiciones climáticas y el poco número de turistas son las más favorables. Los residentes, a través de Ayuntamiento e información en los medios, ya estaba sobreaviso. Así los 58 decibelios de la primera alerta no cogieron de sorpresa a los vecinos del pueblo viejo, como tampoco los 80 decibelios de la sirena del pueblo nuevo, alertando a los hipotéticos “rescatistas” de abandonar inminentemente la zona de inundación. “Son ejercicios que se hacen anualmente y en una población muy sensible por lo que ocurrió el 9 de enero de 1959”, como recordó Blanco.
Los planes de emergencia del Sistema Moncabril están aprobados e implantados desde hace tres años. En el caso de las presas del Tera –Cernadilla, Valparaíso y Agavanzal– tienen sus planes realizados y la implantación completa. “No queda ninguna presa en la provincia de Zamora sin Plan de Emergencia y sin implantación”, ya que también están plenamente implantadas en Villalcampo, Ricobayo y Castro, como precisó Martín Mansilla, responsable de Protección Civil de la Subdelegación.
Todas las presas del Sistema Moncabril disponen de sala de emergencia y sistema de comunicación redundante, duplicado, mediante fibra óptica y teléfono por satélite para garantizar en todo momento la comunicación. Este sistema redundante se verificó a lo largo de la jornada desde la sala de emergencia de la presa de Cárdena, con dos llamadas a la Subdelegación de Gobierno en Zamora, que incluso entró por una operadora de Portugal.
El responsable de la explotación de presas y del plan de emergencia de la zona noroeste, Rafael Armas, señaló que “la implantación efectiva del Plan de Emergencia está realizada al 100% y se sigue anualmente. Todos los sistemas se siguen diariamente con una contrata. Para la empresa Endesa, “la inversión ha sido importante pero la seguridad es una prioridad. Se hizo independiente del coste”. Tras la reforma de la presa de Puente Porto, en estos momentos no hay previstas inversiones extraordinarias La central de Moncabril “está a plena producción en los meses de invierno, pero tiene poca capacidad de almacenaje porque las presas son muy pequeñas, pero juega un papel fundamental en horas punta de poder turbinar para garantizar el suministro de energía, que tiene que ser en tiempo real. La eólica y la solar no siempre pueden garantizar el suministro”. En los últimos años en el sistema ha bajado el nivel de nieve y la distribución lluvia es más irregular. Lo que más se nota es la falta de nieve.
José Antonio Menéndez, representante de relaciones institucionales del noroeste de Endesa, señaló que “todas las centrales son imprescindibles para el sistema. A parte de la producción que dan en ese momento, tienen una capacidad de regulación que permite integrar las renovables, solar o eólica, que dependen de una climatología variable. Aquí puedes almacenar energía en forma de agua en altura. Todas son fundamentales para mantener y conseguir al final unos precios aceptables. Ahora estamos viendo unos precios muy elevados por el precio del gas y del CO2. Hay que lograr una mayor integración de las renovables”.
Y una mañana del 23 de junio los vecinos de Ribadelago estuvieron más pendientes de la fiesta del patrón, san Juan, que de otros menesteres. Las campanas en esta ocasión fueron precedidas de las sirenas de emergencia.
