La ejecución de una prospección arqueológica del campo de Castrillo de La Guareña donde se libró una batalla napoleónica en el año 1812, durante la Guerra de la Independencia Española, pretende arrojar luz sobre este hecho histórico que tanta importancia tuvo en la comarca zamorana. El Servicio Territorial de Cultura de la Junta ha adjudicado los trabajos a un arquitecto especialista en patrimonio arquitectónico, Ignacio Javier Gil Crespo, con un plazo de ejecución de seis meses.

El encargo se inserta dentro del Plan PAHIS 2020 y se justifica porque se trata, en este caso, “de unos restos arqueológicos de gran interés para la historia y la cultura” de la localidad de Castrillo.

La Guerra de la Independencia española, que terminaría con la expulsión del rey José Bonaparte y la retirada del ejército francés, tuvo un punto de inflexión durante la Batalla de los Arapiles, el 22 de julio de 1812 que supuso el golpe definitivo para expulsar a las tropas francesas de España. En los días previos los ejércitos francés e inglés, que se enfrentaron en este decisivo combate, llegaban del Valle del Guareña donde tuvieron lugar diferentes escaramuzas.

Los trascendentales hechos históricos acaecidos en varios pueblos de La Guareña han sido recreados en ocasiones gracias a la iniciativa Luis Torrecilla, natural de Cañizal. “Los combates de Cañizal, la batalla de Castrillo, el apresamiento del general de dragones francés Carrie, la Marcha Paralela... son recreados con el rigor y la pasión que exige la historia más cercana y sentida” ha escrito el profesor, autor de numerosas publicaciones históricas y pedagógicas. La información aportada por Torrecilla ha permitido la representación y reconocimiento histórico de la llamada “Marcha Paralela” en los pueblos de La Guareña, con el paso de 48.000 franceses por la orilla derecha, 50.000 aliados por la izquierda, «a distancia de tiro de mosquetón pero sin llegar a disparar».