Alrededor de 300 personas llegadas a Zamora desde diferentes pueblos de la provincia se manifestaron ayer en la plaza de Viriato contra la proliferación de parques eólicos y fotovoltaicos en forma de “megaproyectos” en sus respectivos pueblos que, advierten, tendrán un “gran impacto en el medio ambiente, el paisaje y las actividades económicas tradicionales que sostienen a la población” en el medio rural, como la agricultura, la ganadería extensiva e incluso el turismo de naturaleza.
Bajo lemas como “Renovables sin regulación son nuestra perdición” o “Zamora, despierta, te han puesto en venta” se unieron ocho asociaciones diferentes que, aunque no se oponen al uso de las energías renovables, exigen una nueva legislación que regule el tamaño y la ubicación de los parques eólicos y fotovoltaicos para orientarlos hacia el consumo local, en lugar de a la producción masiva.
De Sanabria llegó la plataforma “Comunales Libres”, fundada por vecinos de los siete los pueblos del municipio de Cobreros afectados por una fotovoltaica que ocupará 389 hectáreas de terrenos comunales y privados en Terroso, San Martín de Terroso, Santa Colomba de Sanabria, San Miguel de Lomba, Riego de Lomba, Barrio de Lomba y Castro de Sanabria.
También llegó, de La Carballeda, “Comunales del pueblo son”, el movimiento surgido en Manzanal de Arriba con la intención de evitar que el Ayuntamiento consume la inscripción de los terrenos comunales a su nombre para enajenarlos en el futuro.
Del noroeste de la provincia acudieron igualmente los gaiteros Colino, que tocaron canciones tradicionales de distintas comarcas zamoranas permitiendo que los manifestantes mantuvieran en todo momento, además de su convicción, un ambiente festivo que llamaba la atención de los zamoranos que paseaban en la mañana del sábado por el casco antiguo de la capital.
De la Tierra de Alba provenía la Asociación de Vecinos “Santa Eulalia”, de Ricobayo, que protestaba contra la gran cantidad de tendidos eléctricos que atraviesan su término local. Este pueblo, que ya acoge la central hidroeléctrica del embalse del Esla y evacúa toda la energía que produce, albergará también una subestación eléctrica para recoger la electricidad de los distintos parques fotovoltaicos proyectados en Muelas del Pan, Cerezal de Aliste, Almaraz de Duero y Zamora. Hasta ese punto llegarán nuevos tendidos.
Tampoco faltó a la cita “Otra vez no en Sayago”, la asociación que se opone al proyecto de un parque eólico con 66 aerogeneradores de 240 metros de altura que se extenderán por los términos de Almeida, Bermillo y Muga. Los sayagueses desplegaron entre los árboles de Viriato una cinta de 80 metros de longitud para que los ciudadanos se pudieran hacer una idea del tamaño de una de las aspas de cada molino.
La comarca toresana también estuvo presente a través de “SOS vega y campiña de Toro”, la plataforma que pide el soterramiento de una línea de alta tensión proyectada para evacuar la energía de distintos huertos solares que se construirán en la zona. Esta asociación, además de organizaciones agrarias como COAG o Asaja han advertido que los tendidos pasarán sobre la zona más fértil de la comarca, donde hay regadío y viñedos centenarios, y añaden a esto “el impacto visual” para una ciudad tan turística como la de Toro.
Además de estas agrupaciones locales participaron en la manifestación la plataforma “Viriat@s de Zamora”, que advertía de que “la provincia vaciada ha sido traicionada”, así como “Ecologistas en Acción”.
Entre los manifestantes había políticos de distintas formaciones, en un segundo plano, como las diputadas provinciales de Izquierda Unida Laura Rivera y Ana Belén González, el diputado nacional de Vox, Pedro Requejo, el líder provincial de Podemos, Fernando Barrio, junto a un nutrido grupo de afiliados, y una representación de militantes de UPL con banderas leonesas.
Ninguna de las asociaciones convocantes se opone a la existencia de las energías renovables, pero sí exigen un modelo energético “justo, basado en proyectos a pequeña escala según las necesidades de autoconsumo de cada territorio”, y no en megaproyectos.
El manifiesto conjunto distribuido por la plaza Viriato se opone a “una transición energética basada en el modelo centralizado con megaproyectos de renovables” porque “conllevan graves afecciones ambientales, fomentan la contaminación acústica, visual y electromagnética, y no son compatibles con un desarrollo rural sostenible al destruir los espacios naturales frenando cualquier actividad afín a la calidad ambiental y paisajística”. También señalan que se está “perpetuando el modelo energético especulativo, basado en el oligopolio”, y que además califican de “ineficiente” esta forma de producir energía, frente al modelo distribuido.
Frente a este modelo, los manifestantes apostaban por “una transición energética justa, basada en el modelo distribuido, con proyectos de renovables a pequeña escala según las necesidades de autoconsumo de cada territorio”.
