La pequeña Kayla no quiso esperar a llegar al paritorio de Zamora para nacer, a mitad de camino, en Tábara, decidió que era el momento. La madre, Andrea Viviana Ríos, salió sobre las 8:30 de la mañana de su residencia en Trefacio hasta el Centro de Salud de Puebla con contracciones de parto, acompañada del padre Baltasar Quintana La Fuente. El traslado fue inmediato, en el coche de una vecina.

Tan adelantados estaban que el vehículo particular tuvo que parar en el Centro de Salud de Tábara, cuando habían recorrido 68 kilómetros, por la frecuencia de las contracciones “y que no aguantaba de dolor”. El personal sanitario que en ese momento estaba en las instalaciones ayudó al nacimiento de la pequeña sanabresa a las 9:55, hora del alumbramiento. La madre y la pequeña se encuentran en perfecto estado de salud, aunque fueron trasladadas al Hospital Virgen de la Concha de Zamora para hacer el correspondiente seguimiento de la madre y la bebé tras el parto. La pequeña ha pesado 3,300 kilos y medida “no lo sabemos” porque tal ha sido el caso que lo importante es que todo haya salido bien.

Los padres hacían un “agradecimiento” expreso a todo el personal del Centro de Salud de Tábara “por toda la atención y la amabilidad y lo bien que nos han tratado”. El padre reconocía que “el mérito lo tienen ellas, las enfermeras de Tábara”. Ha sido tan excepcional que en Tábara se tuviera que atender un parto que “se han hecho fotografías todos”.

El centro de referencia para las mujeres parturientas de la comarca de Sanabria está a 110 kilómetros de distancia del Centro de Salud de Puebla, y como en el caso de Trefacio o los pueblos de la misma zona donde no bajan de los 120 kilómetros, para andar además con una prisa por la nacional 631, la principal conexión con los centros hospitalarios de la capital. No es la primera vez que Tábara es un punto crucial para el traslado de enfermos desde Sanabria.