Nunca pudieron pensar los vecinos de Tábara que tres años después de la trágica muerte de Leticia Rosino, vivirían otro golpe emocional tan duro: el de Cristina Ramos, aparecida muerta este sábado en León tras varios días de desesperada búsqueda. Dos jóvenes amigas desde la infancia, de la misma edad (34 años) marcadas un triste destino. Cristina y Leticia eran íntimas de pequeñas, sus familias comparten numerosas fotografías de las dos juntas en distintos escenarios de su infancia.

“Eran amigas de toda la vida” confirmaba ayer Santiago Fresno, tío de Leticia Rosino. Y aunque cuando se hicieron mayores cada una tomó su camino, se reencontraban en fiestas, eras de la misma peña y cuando Leticia fue asesinada vilmente no había consuelo para su amiga. Por eso ayer en Tábara era inevitable el recuerdo hacia ambas jóvenes. “En un pueblo pequeño que pasen estas cosas te deja muy tocado” comentaba un vecino tras guardar el minuto de silencio. Tábara espera la llegada del cuerpo de su vecina para darle su último adiós.