La residencia de mayores “Fundación La Inmaculada” de Villalpando mantiene aislados a todos sus usuarios en sus respectivos dormitorios tras haber detectado dos casos positivos de coronavirus.
Tanto los usuarios como la plantilla de personal de la residencia de se vacunaron el pasado mes de enero tras pasar todo el 2020 sin un solo caso de COVID-19, un hito que han cumplido pocos centros de mayores de la provincia de Zamora y, que en el caso de Villalpando, se ha roto en mayo de 2021, varios meses después de la inmunización.
Las alarmas saltaron el pasado 5 de mayo, cuando la dirección de la residencia tuvo conocimiento de que un familiar de uno de los usuarios había dado positivo al virus, y aunque el residente no presentaba síntomas y hacía ya una semana que no veía a su pariente contagiado, se decidió practicarle un test de antígenos por prudencia. El resultado fue positivo.
Inmediatamente se sometió a toda la plantilla y residentes a un cribado con antígenos, organizado por la propia residencia, que confirmó que nadie más había contraído el virus. El residente contagiado permanece desde entonces en buen estado, sin presentar ningún síntoma de la enfermedad.
El segundo caso se detectó el 9 de mayo, cuando otro residente se encontraba “fatigado”, según ha explicado la directora de la residencia a este diario. Por este motivo se le sometió a un segundo test de antígenos que esta vez arrojó un resultado positivo al virus.
Al suponer que en esta ocasión la transmisión del virus se podría haber producido dentro de la residencia toda la comunidad –trabajadores y mayores– se sometió a pruebas PCR al día siguiente, el lunes 10 de mayo, que arrojaron resultado negativo confirmando que nadie más tenía el coronavirus, salvo estas dos personas.
Por último, el pasado sábado, 15 de mayo, los residentes y los trabajadores se sometieron a un nuevo test de antígenos en el que todos dieron negativo.
No obstante, la residencia “Fundación La Inmaculada” sigue aplicando el protocolo dictado por las autoridades sanitarias y mantiene a los residentes aislados en sus dormitorios hasta que pasen la cuarentena. Todas las zonas comunes del centro, así como los dormitorios de las dos personas contagiadas, han sido debidamente desinfectados por una empresa externa especializada.
Además, a cinco personas que antes del día 5 de mayo entraron en contacto estrecho con el primer residente que dio positivo se las someterá mañana a una nueva PCR para poder confirmar, dos semanas después, que no llegaron a contagiarse del virus. Aunque hace solo tres días dieron negativo en un test de antígenos, ahora se utilizará de nuevo esta otra prueba que tiene mayor sensibilidad para detectar el SARS-Cov-2, el virus que provoca la COVID-19. De momento ninguno de ellos ha desarrollado ningún síntoma, y tampoco los dos residentes en los que se detectó el virus.
Estos dos casos han cambiado por unas semanas el modo de vida de los residentes, que tras recibir la segunda dosis comenzaron a salir a la plaza de San Nicolás el 4 de marzo de 2021, a falta de seis días para cumplirse el año de confinamiento del centro. Desde el 6 de abril podían salir al exterior con una causa justificada y avisando a los responsables del centro. A falta de un día para cumplirse el mes de su nueva libertad, el centro se vio obligado a un nuevo confinamiento hasta verse de nuevo libre de COVID-19.
Además, la plantilla ha tenido que modificar sus horarios, con turnos de hasta 14 horas, para poder atender a todos los usuarios, que estos días no están comiendo en el comedor sino en sus respectivos dormitorios.
