El Itinerario Europeo 82 de Helsinki a Oporto se reafirma como la principal conexión viaria entre la Región Norte de Portugal y el resto del continente europeo. El túnel de Marao, situado en la autopista trasmontana, que da continuidad a la N-122 en territorio luso, ha superado ya el paso de 19 millones de vehículos en solamente cinco de años servicio, tras ser abierto al trafico el día 8 de mayo de 2016. Esto supone una media diaria de 10.410 vehículos que transitan por esta ruta entre España y Portugal. El trafico rodado medio diario más alto se dio en 2019 con 12.208 vehículos, mientras que a lo largo de 2020 se redujo a una media de 8.590 al día a causa de la crisis sanitaria del Covid-19 y de los consiguientes cierres de fronteras. Estos son los datos oficiales ofrecidos por la sociedad gestora de la autopista, Infraestructuras de Portugal.

El éxito del túnel lo refrenda el propio estudio técnico elaborado en 2008 por ingenieros de obras públicas del gobierno portugués, que preveían alcanzar en 2023 los 11.300 vehículos diarios, una previsión a siete años que ya se había superado en el tercer año de uso de la infraestructura (2019).

Camioneros de transporte internacional lusos reconocían ayer que “la autopista trasmontana se ha convertido en la principal puerta a Europa para los portugueses del norte, pero por desgracia al llegar a San Martín del Pedroso entramos en la Nacional 122 que se convierte en un peligroso cuello de botella hasta Zamora” y exigen que España “debe reconvertir la carretera N-122 en autovía con carácter de máxima urgencia para favorecer el transporte local e internacional, pero ante todo para garantizar la seguridad vial y evitar en la medida de lo posible los accidentes de trafico”.

Control de mercancías en la frontera en la N-122. | Chany Sebastián

Los alistanos, como principales usuarios, coinciden con los conductores profesionales portugueses y señalan que “la reapertura de fronteras no ha hecho sino aumentar el tránsito de camiones de transporte internacional. A ello hay que unir que la capa de rodadura de la Nacional en algunos tramos está ya muy deteriorada”.

Puntos más peligrosos

Entre las zonas más peligrosas siguen estando las conexiones de carreteras secundarias con la Nacional 122, hay 22 entre San Martín del Pedroso y Zamora, algunas de ellas cerca de cambios de rasante: Valdeperdices (El Campillo), Almaraz de Duero, Muelas del Pan, Ricobayo de Alba (Villalcampo), Villaflor, Cerezal, Bermillo de Alba, Pino del Oro, Castro-Brandilanes, Moveros, Gallegos del Río, Moveros (hacia Portugal), Ceadea, Arcillera, Vivinera, Tres Marras, Alcorcillo, Santa Ana, San Mamed, Sejas, Trabazos y San Martín del Pedroso. Además de las travesías de Alcañices y Fonfría que se han quedado anticuadas para poder dar paso a tal magnitud de tráfico, en su mayoría de trailers.

Además de aumentar el tráfico por esta ruta, el túnel de Marao en su lustro ha logrado romper la frontera natural de la sierra entre Amarante y Vila Real, durante siglos un muro entre la región de Tras Os Montes y el litoral Atlántico. El túnel ha generado unos ingresos de 43 millones de euros en peajes.

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La infraestructura viaria lleva consigo anualmente una inversión económica de cerca de 2,5 millones para su mantenimiento de sistemas y equipos de seguridad activa ubicados en la infraestructura técnica y edificación, conservación y mantenimiento vial y operación vial con inspecciones, patrullajes y asistencia, seguridad de los usuarios gracias al equipo de protección y asistencia y cobro de peajes.

Una de las cosas por las que destaca el Túnel de Marao es la baja siniestrabilidad, pues en cinco años solamente se han producido siete accidentes de tráfico con un herido grave y nueve leves. Siempre según Infraestructuras de Portugal se produjeron varios incidentes más que fueron originados por el sobrecalentamiento de vehículos. En junio de 2017 tenía lugar el más grave al producirse el incendio de un vehículo con pasajeros (autocar) y otro en un vehículo liviano. En ninguno de los casos hubo heridos pero se produjo una alta intervención a causa del incendio de un autobús en 2018. La construcción del túnel fue una de las grandes obras en infraestructuras viarias de Portugal a lo largo de toda su historia en la autopista trasmontana donde se invirtieron 398 millones de euros de los cuales 89,9 aportó Bruselas.