Más de un centenar de vecinos se sumaron ayer a las dos protestas consecutivas convocadas en Boya y Sagallos por la organización agraria COAG, para reclamar la reapertura de los consultorios de los pueblos y denunciar, además, la situación crítica de la sanidad rural y reclamar “lo que teníamos”.
Con el lema contundente de la pancarta central “Sin médicos no hay futuro”, que esta vez portaron jóvenes y adolescentes, los vecinos secundaron la denuncia de José Manuel Soto Testa, de COAG, “penuria” sanitaria de los pueblos. Soto afirmó con rotundidad que “no estamos pidiendo nada más que lo que teníamos”. A la reivindicación de la apertura de consultorios locales se sumó “sueldos y contratos dignos” para los médicos y la reposición del servicio de análisis en Villardeciervos.
En Boya se manifestó prácticamente todo el pueblo, mientras que en Sagallos la protesta fue más testimonial con representantes de casi todos los pueblos afectados por el cierre de este centro sanitario local: Codesal, Sagallos, Manzanal de Arriba, Sandín, Pedroso de la Carballeda y Santa Cruz de los Cuérragos, pertenecientes al municipio de Manzanal de Arriba, y Cional pedanía de Villardeciervos.
No acceder al consultorio supone para estos pueblos un rodeo de más de 20 kilómetros hasta el Centro de Salud de Mombuey. Las personas mayores están apurando el acudir al médico hasta que “ya no tiene solución y tienen que ir a urgencias” como denunciaban algunos de los manifestantes.
Soto describió un cuadro “crítico” de la Sanidad local “en Sagallos de lunes a viernes había un doctor, había un médico, había una enfermera que se desplazaban por los pueblos. A todos los pueblos del Ayuntamiento, en función de los habitantes. Pero lo que no podemos pasar es a nada, que nos hagan ir a Mombuey”.
Desde COAG se recordó que “hemos peleado siempre” para tener una ambulancia en Mombuey, garantizar las guardias de las farmacias, el centro de Salud. La actual falta de ambulancias en la comarca y el traslado de unas a otras comarcas que no tienen afectan “a los más castigados, los más alejados, la Alta Sanabria sin ambulancia”. Soto reclamó “contratos dignos” frente a los “contratos de mierda” para los médicos, y reclamó y aplaudió que los dejen trabajar y acudir a los consultorios. Criticó a “los que no quieren trabajar”. Acusó a los responsables de la Consejería de Sanidad de dar “medias verdades” con la información de que a partir de la próxima semana se reabren las consultas y se preguntó “se van a recuperar dónde y cómo”.
Recalcó que la sanidad “es un servicio fundamental” estamos pidiendo lo que teníamos” y “depende de nosotros” que garantizan la vida cotidiana y “lo defendemos desde los pueblos o no lo defiende ni dios”. Lo primero y lo más básico, la sanidad. Apeló a los jóvenes a tomar el relevo y “defender la tierra de uno hasta la muerte”.
Hoy por hoy con cuatro o con dos “hoy por hoy tenemos pueblos vivos, con poquita gente es verdad, pero todavía están vivos”. Advirtió que, como en Galicia y Asturias, cuando se cierra un pueblo “es una cadena, empieza por uno y cuando nos damos cuenta han cerrado todos”. Arremetió con la política de vacunaciones ya que no se enciente que “haya gente que se haya vacunado en su pueblos” y otros tengan que desplazarse a Benavente o Zamora “¿Alguien nos los explica? ¿Son neveras especiales para transportar las vacunas? ¿Vienen por avión? No hay voluntad”.
Al nerviosismo de si hay médico o no añadió “si funciona el teléfono o no funciona, si la abuela que está sola en casa llama por teléfono a una puta máquina que te dice aprieta el uno, aprieta el dos y a la tercera la abuela coge el teléfono y lo manda a tomar por...”.