Las heladas tardías registradas a mediados de abril han provocado daños en los viñedos pertenecientes a la Denominación de Origen Tierra del Vino que pueden dejar pérdidas cercanas al 20% en la cosecha de uva de este año. Estas son las estimaciones realizadas tras una primera evaluación de los efectos originados por las bajas temperaturas alcanzadas entre las jornadas del 19 y 20 de abril, cuando los termómetros marcaron valores negativos durante la noche.

Las cepas más perjudicadas han sido las que ya habían brotado, que en su mayor parte corresponden a la variedad de garnacha, más adelantada, aunque las de tempranillo también han resultado afectadas, sobre todo en los viñedos situados en zonas de solana y, por lo tanto, más expuestas a las heladas. Los mayores daños se concentran en las localidades de Cabañas de Sayago, Villamor de los Escuderos o El Maderal aunque, en términos generales, se extienden a toda la demarcación de la DO.

A la izquierda, viñedo perteneciente a la demarcación Tierra del Vino, en plena brotación. | Cedida

En todo caso, el presidente de la DO Tierra del Vino, Juan Miguel Fuentes, muestra su confianza en que las cepas dañadas puedan volver a brotar, ya que “no se ha helado el tallo entero, solo una parte, con lo que pueden brotar las siguientes yemas”, según explica.

Lejos de ser excepcionales, las heladas tardías se han convertido en un fenómeno habitual en plena primavera y pueden producirse incluso a lo largo del mes de mayo, según destaca Fuentes.

Cepas afectadas por las heladas tardías registradas a mediados de abril en la DO Tierra del Vino. Cedida

Al margen de las heladas, la brotación de las primeras hojas permite disfrutar de uno de los momentos álgidos que se producen en los viñedos con la llegada de la primavera, que vuelve a vestir las cepas de verde tras los largos meses de invierno. Esta demarcación está compuesta en la actualidad por una docena de bodegas y cerca de 170 viticultores, que abarcan 640 hectáreas de viñedos pertenecientes a 56 municipios, 46 de ellos de la provincia de Zamora y diez del norte de Salamanca.

En lo que se refiere a las bodegas, Fuentes reconoce que la pandemia ha supuesto un fuerte parón de la actividad aunque espera que “podamos ir volviendo a la normalidad y retomar las visitas a ferias y las promociones para salir a vender”. Los efectos de la pandemia se han dejado notar en el balance de resultados de las bodegas de la Denominación de Origen correspondiente al ejercicio de 2020, con una merma de ventas cercana al 20%, sobre todo por los largos periodos de cierre en los establecimientos de hostelería.