Los cuatro concejales de Sanabria Verde de Cobreros, bajo la batuta de su alcalde Ángel López Amigo, aprobaron la cesión de los comunales de varios anejos de Cobreros al mejor postor en una sesión marcada en el exterior por una entrada apoteósica en coche del alcalde y la tensión vecinal en el exterior, y en el interior “cerrada” literalmente a cal y canto, sin luz solar y sin taquígrafos ante la trascendencia del acuerdo a adoptar.

Con la excusa de “riesgo sanitario” se impidió el acceso a la sala de público. La única persona que trató de entrar sin armar gresca fue el exalcalde Manuel Vidal, y la prensa, tras preguntar si se podía asistir y recibir como contestación del acalde “aquí no se puede estar” y  que el aforo estaba “completo de más” mirando de soslayo al concejal de la oposición, pese a que faltaban dos concejales, uno de cada partido y había espacio sobrante.

Los responsables del Ayuntamiento no facilitaron ninguna plataforma digital o telemática para hacer un seguimiento público y publicitado, como han hecho la totalidad de las administraciones de esta provincia ante la suspensión de dos derechos constitucionales fundamentales, el acceso a intervenir directamente en los asuntos públicos y el acceso a la información, para que los vecinos y los medios de comunicación siguieran la sesión. El alcalde justificó que “yo no sé de ordenadores” pero tampoco supo decir si alguien sabía del tema. Respondió con un lacónico “no sé” mientras entraba a la oficina para entrar por la puerta de atrás, la que da de las dependencias de uso público a su despacho y de ahí al salón de plenos.

La intencionalidad del equipo de Gobierno era no dar cuentas de nada ni que hubiera imágenes de los corporativos tomando la decisión más impactante que ha tomado esta alcaldía que afecta a Terroso, San Martín, Santa Colomba, San Miguel, Riego, Barrio, Cobreros y Castro. Uno de los concejales, cargo público electo, incluso se levantó y llegó a la calle para reprender y exigir que “no me hagas fotos” ante la prevalencia del derecho a la información. Con todo, hay una foto “robada” en el argot de la prensa del corazón de una sesión que pasará a los anales de la crónica histórica del municipio.

Se blindó todo. Un miembro del equipo de Gobierno cerró la verja de hierro de la entrada principal e incluso trató de cerrar las ventanas de la parte posterior del Ayuntamiento –la norma Covid impone ventilación en los espacios de reunión- para que nadie oyera nada de lo que se debatía.  Ninguna de las personas concentradas trató de entrar en las dependencias ni por la puerta ni por las ventanas. El olor a cerrado no pudo quedar registrado convenientemente.

Un pleno que rayaba la nocturnidad, si no llega a ser por las bombillas, porque las persianas estaban prácticamente bajadas y lo que se hablaba, se percibía en susurros inaudibles. Que no se debatió nada, por lo visto, porque oír no se oyó nada. Cuatro votos a favor de entregar las tierras de usufructo vecinales al “boom” de los paneles solares, levantó a los padres de familia con cuyo pan juegan los ediles, pero no hubo información alguna y sí un repertorio de cánticos versados en caciquería variada. El plato de lentejas, las comes o las dejas.

Los acuerdos están ya doblemente judicializados por el Grupo Popular con los recursos a los acuerdos de la primera cesión de terreno y a la propia convocatoria de una de las sesiones. Así lo trasladó el portavoz del PP, Pedro Fernández, al medio centenar de personas que recibieron al alcalde y sus concejales a coro con el calificativo “caciques”. Y con las mismas alabanzas y una denuncia en curso, los despidieron en una sesión meteórica por las prisas de salir de allí.

La curiosa formación Sanabria Verde da luz verde a tapar el verde de los pastizales comunales y a poner en entredicho la viabilidad de las explotaciones familiares de ganadería de extensivo de las que dependen 13 familias. Como 13 son los pueblos del Ayuntamientos pero donde las decisiones se toman entre cuatro y contra ocho vecindarios.

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Se desconoce el precio por el que han apostado las empresas beneficiadas, aunque desde hace un par de meses representantes de una consultora están reuniéndose con los vecindarios afectados dando la información de que tienen concedidos los terrenos del Ayuntamiento, antes incluso que se efectuara por la vía de la legalidad administrativa la propia concesión.

“Queda inaugurado este pantano” comentó alguien a micrófono abierto, ante la carcajada general, para abrir la era de Sanabria como potencia energética de embalses, eólicos, solares y minería. Y los vecinos de Cobreros sin enterarse, aunque algún espontáneo aplaudido reclamaba no hay que ser ignorantes.