El Ayuntamiento de Villar de Fallaves, que preside José Manuel Pérez Esteban, ha denunciado hoy el “agravio comparativo” que siente que la Junta de Castilla y León ha cometido en el arreglo de la carretera ZA-504 / VA-504, una vía de 25 kilómetros que pasa por tres pueblos zamoranos (Villamayor de Campos, Villar de Fallaves y Castroverde de Campos) y tres pueblos vallisoletanos (Bolaños de Campos, Villavicencio de los Caballeros y Becilla de Valderaduey).

Los accesos construidos por la Junta de Castilla y León desde la carretera a las tierras de labor, para sortear las cunetas, son de mayor tamaño en el tramo vallisoletano que en el zamorano, pese a tratarse de la misma carretera que se está arreglando al mismo tiempo en ambas provincias.

En Valladolid, la entrada más pequeña tiene siete metros de ancho y cuenta en sus dos extremos con orejeras de un metro y pendientes bien ejecutadas. En Zamora, la entrada más grande tiene un ancho de 4 metros y en muchos casos carecen de orejeras, en otros las orejeras apenas llegan a los 50 centímetros de ancho.

El ancho de los accesos de Zamora es el justo para un tractor, con una cosechadora es casi imposible acceder, como denuncia José Manuel Pérez, que además de alcalde es agricultor. “¿Si clavas una rueda en la cuenta qué va a pasar? Cambiar una rueda de maquinaria agrícola cuesta 1.000 euros”, denuncia.

Diferencia entre el tamaño de los accesos construidos en Valladolid (izquierda) y Zamora (derecha). Cedida

“Solo pedimos ser iguales ante la ley. Nos sentimos heridos en lo más profundo, maltratados y vilipendiados por parte de la Junta de Castilla y León”, asevera este alcalde, que lleva más de 30 años militando en el Partido Popular, y “más de cuatro lustros esperando pacientemente el arreglo de nuestra carretera, la única que nos comunica con el resto del mundo, sin rechistar ni piar”.

La alegría que se llevaron en Villar de Fallaves cuando comenzaron las obras de la carretera en 2020, se ha convertido en decepción e indignación durante su desarrollo. “Desde la Junta de Castilla y León no han atendido ninguna petición de mejora que les formulamos”, cuenta el alcalde, que propuso a la Administración y a adjudicataria llegar a un término medio, como ampliar los accesos con cemento.

La Administración, según relata el regidor, se escuda en que esas mejoras no están contempladas en el proyecto. Aunque las dos obras se están ejecutando a la vez, la Junta de Castilla y León elaboró dos proyectos diferentes, uno para los 11,5 kilómetros del tramo zamorano (Za-504) y otro para los 14 kilómetros del tramo vallisoletano (VA-504). Los presupuestos de licitación eran de 2,27 millones de euros para el de Zamora (unos 198.000 euros por kilómetro) y de 2,92 millones de euros el vallisoletano (unos 208.000 euros por kilómetro), y finalmente se adjudicaron el de Zamora en 1.881.670 euros (163.000 euros por kilómetro) y el de Valladolid en 2,47 millones de euros (176.000 euros por kilómetro).

“El agravio comparativo es evidente, supone una discriminación a los agricultores zamoranos, y por lo tanto es un agravio para la provincia de Zamora”, opina el alcalde popular de Villar de Fallaves, que recuerda que los agricultores zamoranos “pagamos nuestros impuestos con la misma moneda que en otras provincias” y que “los pocos contribuyentes que quedamos en estos pueblos somos agricultores y ganaderos”.

Los accesos a las tierras de cultivo de Zamora, además de ser más estrechos, cuentan cada uno con cuatro tubos de hormigón, mientras que en Valladolid son de material fibro-plástico y de una pieza enteriza, otra diferencia para los agricultores de pueblos vecinos que pertenecen a provincias diferentes. Varios de los accesos en Villar de Fallaves carecen de tubo.

Por otro lado, el tramo de carretera que pasa por Villar de Fallaves no está considerado como travesía por parte de Fomento, por lo que las obras se limitaron a la calzada y no a las aceras. El Ayuntamiento tuvo que desembolsar 8.000 euros de fondos propios para hormigonarlas.