Una atención presencial a medias, ofertando “al menos” la mitad de los huecos de consulta a demanda y en los municipios de más de 50 habitantes. Es lo que transmite la instrucción sobre atención presencial en Atención Primaria difundida por la Consejería de Sanidad.

La Junta de Castilla y León trabaja en un proyecto para la Atención Primaria cuyo objetivo es conseguir una asistencia “más accesible”, “más resolutiva” y en definitiva, más eficaz. Estas palabras de la consejera Verónica Casado confirman un cambio de modelo que ya se pretendió, con el llamado Plan Piloto en Aliste, antes de que la pandemia del COVID 19 hiciera saltar por los aires todas las previsiones y planes de las administraciones.

Un año después, aunque la crisis sanitaria sigue siendo una prioridad para la Consejería de Sanidad, lo cierto es que la situación es muy diferente a la de hace doce meses, gracias al avance de la vacunación, ya extendida a todos los profesionales sanitarios de Atención Primaria y los mayores de 80 años. Esta progresiva inmunización invita a un planteamiento sobre la prestación del servicio. Así lo demuestra la “Instrucción sobre atención presencial en Atención Primaria” de la Dirección General de Planificación y Asistencia Sanitaria.

De acuerdo con la misma, a partir del 15 de abril al solicitar la cita para el Centro de Salud, tanto por los canales automáticos como por vía telefónica con el personal administrativo, “los pacientes podrán expresar su preferencia sobre si la cita que solicitan es presencial o no presencial”.

En el caso de que los profesionales consideren que ese paciente debe ser atendido con un tipo de cita diferente a la solicitada, “podrán contactar previamente con él y modificar el tipo de cita”, precisa la instrucción.

Instrucción de Sanidad

Para garantizar el acceso a la prestación sanitaria, debe existir una agenda generada en todos los núcleos de población que atienda cada profesional, ofertando en modo presencial al menos la mitad de los huecos de consulta a demanda y como mínimo en los núcleos de más de 50 habitantes”.

La Dirección General de Planificación y Asistencia Sanitaria está trabajando en el diseño de unas agendas, tanto para el medio urbano como para el rural, con el fin de establecer unos criterios comunes en cuanto a organización y distribución.

En cuanto a las medidas para garantizar la seguridad de los pacientes, se mantiene el sistema de triaje a la entrada del centro con el fin de descartar síntomas sospechosos de COVID. Además se ofrecerán “dos consultas no presenciales y dos presenciales de forma alterna, para evitar el acúmulo de personas en la sala de espera”.

En el caso de que en algún consultorio se considerara que no puede ofrecerse la consulta presencial a demanda del paciente por motivos de seguridad, “el coordinador del Centro de Salud lo comunicará por escrito a la Gerencia de Atención Primaria, que lo pondrá en conocimiento de la Dirección Técnica de Planificación, Atención Primaria y Derechos de los Usuarios”.

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En una de sus últimas comparecencias ante los medios de comunicación, la consejera de Sanidad aseguró aseguró hoy que es “cuestión de tiempo” que se logre ir normalizando la asistencia en consulta. La responsable autonómica asegura que un 50 por ciento de consultas son ya presenciales, pero insistió en la necesidad de acometer una reorganización de la Atención Primaria para ofrecer consultas “a demanda del paciente”, pero con filtro por parte de los médicos.

Verónica Casado, que no ha dejado de admitir “errores” y “efectos secundarios” por los cambios introducidos en la atención sanitaria, defendió la necesidad de reorganizarla para evitar que los médicos ocupen su tiempo en tareas de la enfermería o cuestiones administrativas.