El confinamiento cerró los mercados semanales y mantuvo a los vecinos enclaustrados en casa sin poder ir a los huertos y solo cuidar de los corrales domésticos en lo imprescindible. Un año después, en el periodo clave de la primavera para comenzar a preparar el terreno y la granja casera, el panorama es bien diferente. Con mascarilla pero con la posibilidad de ir al mercado de El Puente de Sanabria para hacer las compras.

Francisco José Santiago junto a un cliente. | Araceli Saavedra

Francisco José Santiago Santos, vendedor de aves y piensos de Villanueva de Valrojo, ha recuperado su lugar de venta en la plaza de la Iglesia de El Puente de Sanabria, los lunes de mercado. Los clientes, todos ellos habituales desde de hace años, “han adelantado la compra” respecto a otros años y se ha recuperado la venta en relación a años anteriores a 2020, año atípico por la pandemia. Constata que hubo un par de años con un descenso de ventas pero que este año “se ha recuperado”.

Mientras habla no para de atender, escoge los pollos que le van pidiendo sus clientes los coloca en cajas ventiladas y carga con los sacos de pienso o con la paja. Se sienta en el suelo de la camioneta para anotar los datos de los compradores para controlar la trazabilidad de los animales, los que vende y a qué pueblo van. Este control “es obligatorio desde la gripe aviar”. Se pueden efectuar las ventas de aves con normalidad aunque bajo este estricto control y con carné de transportista y de bienestar animal. Los primeros compradores que esperan a las 12,30 de la mañana en el punto señalado recogen sus encargos para Rábano, San Justo, San Martín de Terroso. El pasado año, entre marzo y abril, hubo clientes que no adquirieron los animales de granja “porque no sabían que nosotros no estábamos confinados y podíamos salir a vender”. La venta en 2020 fue puerta a puerta por todos los pueblos y por encargo. Vender en el mercado es totalmente diferente porque el cliente ya tiene su lugar de referencia donde puede ir. A las ocho y media de la mañana empezó el reparto de los encargos hasta llegar a El Puente.

El vendedor de aves y piensos atiende a varias personas. | Araceli Saavedra

El mercado ayer para los vendedores de la plaza estuvo bastante flojo pero donde no faltó clientela fue en los puestos de plantas y árboles para los huertos. El dilema es saber si para las cebollas, los tomates o los pimientos todavía es pronto por el agua, el granizo y un frío que todavía asoma en forma de helada. La consulta a las vendedoras de uno de los puestos procedentes de La Bañeza, que solo se desplaza al mercado de El Puente en lo que respecta a Zamora, iba encaminada a la idoneidad de las acelgas, los canónigos o las espinacas.

No faltan ya las plantas de tomates, pimientos, sandías y melones y una amplia variedad de plantas ornamentales en casi todos los puestos de plantas. De momento las preferencias son por algunas cebollas y repollos “que no se hielan, aunque sin calor no crecen”. Habrá que esperar que esperar a mayo, aunque un veterano de la azada lleva un encargo de tomates en tiesto con buen ramaje que “de día saco al sol y de noche guardo”, adelantando así tarea que no trabajos.

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