Hacerse cargo de la explotación de una piscina municipal de la provincia durante la temporada de verano es una opción cada vez más cerca del alcance de todos los bolsillos. La falta de personas interesadas en ponerse al frente de estas instalaciones, el descenso de bañistas y, sobre todo, la actual crisis sanitaria y sus consiguientes restricciones han reducido los precios de licitación al mínimo para garantizar la prestación de un servicio que se convierte en imprescindible en las localidades de la provincia, no sólo para aliviar las altas temperaturas, sino también como punto de encuentro y de ocio ante el aumento de visitantes que recibe el medio rural en verano.

Entre los precios más asequibles de las últimas licitaciones convocadas se encuentra la de Manganeses de la Lampreana, que ofrece la explotación de las instalaciones por un importe base de tan solo 50 euros anuales, al que se suma una fianza de 1.000 euros para el pago de los gastos de electricidad.

La licitación incluye el arrendamiento del bar y los interesados pueden hacer llegar sus ofertas en el registro del Ayuntamiento. “Priorizamos que se preste un servicio de calidad a la obtención de ingresos”, explica el alcalde, Juan Carlos Bueno. Por ello, según destaca las medidas de limpieza y de seguridad teniendo en cuenta la actual crisis sanitaria será uno de los aspectos más controlados. Respecto a las propias instalaciones, el regidor municipal resalta la reciente reforma y las mejoras llevadas a cabo en los vestuarios.

Las piscinas de Montamarta o Andavías, otros ejemplos

Otro de los Ayuntamientos que anuncia la licitación de su piscina municipal es el de Montamarta, que, en este caso, ofrece el servicio por un tipo mínimo de 300 euros y una garantía de 600 euros. El concesionario también tendrá derecho a explotar el bar, cuyos ingresos suelen compensar este tipo de contratos. En Andavías, Ayuntamiento que también ha adjudicado recientemente este servicio, el precio de licitación fue mayor, de 1.800 euros al año, pero todavía lejos de los contratos ofertados en piscinas de municipios de mayor tamaño, como Morales o Villaralbo, aunque los periodos de concesión suelen ser mayores.