El Ayuntamiento de Galende ha abierto un segundo plazo de alegaciones a la ordenanza fiscal reguladora de la tasa de abastecimiento, saneamiento y depuración. El retraso de su entrada en vigor supone que en este año se aplique la ordenanza anterior.

En el periodo de aprobación anterior se presentaron 33 alegaciones, una de ellas fuera de plazo, que se rechazaron casi todas en su totalidad. El pleno aprobó el nuevo texto con 6 votos a favor del grupo Independiente y del PP, un voto en contra y dos abstenciones del grupo socialista.

Entre las modificaciones admitidas por el Pleno se incluye la revisión de la tasa que grava los alojamientos de cabañas de madera, ya que técnicamente estos establecimientos de turismo “el titular solo tiene una licencia cuentan con un enganche a la red de aguas y un desagüe” aunque sean consideradas viviendas independientes. El nuevo texto de la ordenanza subsana errores económicos que sí suponen modificaciones substanciales.

Tras la incorporación de esas modificaciones es necesaria una segunda exposición pública y la apertura del periodo de alegaciones. En la última sesión plenaria se aprobó el punto y la exposición por segunda vez.

En este ejercicio fiscal se aplicará por tanto la ordenanza aprobada en el periodo de alcaldía de Jesús Villasante, que para el actual alcalde José Manuel Prieto Ramos “es mucho más perjudicial para los ciudadanos porque supone pagar 150 euros por año y el consumo desde el primer hectómetro”.

En comparación con la ordenanza en fase de aprobación “se pagan unos 104 euros por año y por consumo de hasta 120 metros cúbicos. A partir de esa cantidad se cobra a mayores” concretó el alcalde. El precio “se ha ajustado” para equilibrar los gastos que conlleva el servicio de abastecimiento y depuración que en estos momentos “solo ocasiona gastos al Ayuntamiento y no ingresos”. Galende tiene que hacer frente también a los gastos proporcionales de mantenimiento de las EDAR tanto del Parque Natural como fuera de él.

Prieto señalaba que está obligado a cumplir la aplicación de la ordenanza para no provocar un perjuicio a las arcas municipales.

El portavoz socialista, José Manuel Chimeno, mostró su disconformidad y recalcó que “los servicios hay que prestarlos y que se paguen acorde con lo que realmente se consume”. Chimeno argumentó que “hay personas mayores que viven solas y que tienen un consumo muy bajo, que no llega a los 150 metros cúbicos y no van a pagar por esa cantidad,

El concejal socialista considera que “vamos a tener muchos problemas en algunos pueblos con el abastecimiento. Es una falta de sensibilidad y de cabeza, Lo razonable es pagar un mínimo y por consumo, como la factura de la luz”. Establecer una cantidad de consumo conlleva “excesos porque habrá quien riegue los huertos y quien solo haga uso del agua en casa”. Para el portavoz de la oposición “tampoco se ha tenido en cuenta a los consumidores que pagaron recibos anteriores, cuando lo gestionaba la empresa, y quien se opuso a pagar”. Chimeno recordó “que el propio alcalde se negó a pagar el agua y no la pagó” y calificó al alcalde de “espabilado”.