Villalpando contará con un centro Fisiomer (Fisioterapia en el Medio Rural) que prestará servicio a todos los municipios de la comarca. Este centro se ubicará en las dependencias del antiguo instituto Miguel de Cervantes, que han sido cedidas por el ayuntamiento que preside Félix González Ares, estará financiado por la Junta de Castilla y León, y lo gestionará Aspaym, una asociación cuya misión es mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad física.

Isabel Blanco Llamas, consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, visitaba ayer las dependencias cedidas por el Ayuntamiento de Villalpando antes de que comiencen las obras que unirán el salón de actos del instituto a un aula colindante para albergar el futuro centro Fisiomer, que previsiblemente podrá comenzar a funcionar este verano.

Este será el sexto centro de fisioterapia que la Junta de Castilla y León y Aspaym abren en el medio rural, tras los de Camponaraya, en León; Paredes de Nava, en Palencia; Villadiego, en Burgos y el de Matapozuelos en la provincia de Valladolid. La intención del Gobierno regional es poner en marcha al menos un centro Fisiomer en cada provincia de la comunidad, según explicaba ayer Isabel Blanco en su visita de Villalpando, donde estuvo acompañada por el alcalde y por el presidente de Aspaym, Ángel de Prioros.

En el centro Fisiomer de Villalpando trabajarán un fisioterapeuta y una auxiliar de enfermería, y aunque Aspaym es una asociación centrada en la atención a personas con discapacidades físicas, las puertas de este centro estarán abiertas a cualquier persona que necesite un fisioterapeuta, según explicaba de Prioros ayer en Villalpando.

Pero a diferencia de otras clínicas de fisioterapia convencionales, los centros Fisiomer cuidan del paciente a diferentes niveles para prestar una atención integral y mejorar la calidad de vida de la población de su ámbito de actuación, que suelen ser zonas envejecidas. La intención de la Junta de Castilla y León es que el centro de Villalpando pueda asesorar a la población, con especial atención a los mayores, para fomentar el envejecimiento activo y prevenir situaciones de dependencia. Pero además, los responsables de Fisiomer trabajarán en coordinación con el Centro de Acción Social (CEAS) de la zona para detectar y prevenir otro tipo de problemas sociales como situaciones de violencia de género o de personas que se encuentran en soledad.

Las instalaciones contarán con todas las medidas de accesibilidad necesarias y serán adaptadas y equipadas con financiación de la Junta. Desde un punto de vista social y económico, Fisiomer contribuye también a la dinamización demográfica y a la fijación de población en el medio rural, en tanto es fuente de creación de empleo. Estos centros generan puestos de trabajo de forma directa e indirecta, derivados de la demanda de otro tipo de servicios por parte de sus usuarios como la ayuda a domicilio, el asistente personal o los centros de día. Muchas de estas labores son desempeñadas por personas con discapacidad, por lo que este proyecto favorece su inclusión social y laboral.

De ahí que la consejera Blanco destacara ayer en Villalpando que los centros Fisiomer son un ejemplo de colaboración entre la Junta de Castilla y León, otras administraciones públicas como los ayuntamientos o las diputaciones provinciales que gestionan los CEAS, y el tercer sector. “Esta colaboración en red es la que nos permite tener una excelente valoración de los servicios sociales por parte de los ciudadanos”, recordó la consejera zamorana.

La Administración autonómica pretende profundizar en esa colaboración con el tercer sector, con asociaciones como Aspaym, y para eso trabaja en una Ley del Tercer Sector que dará una seguridad jurídica y una estabilidad financiera a los contratos de colaboración que ya existen entre distintas entidades del sector y la Junta de Castilla y León. En el caso de los centros Fisiomer, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades sufraga el servicio con una partida anual de 165.000 euros.