Ayer se constituía oficialmente en Zamora una mesa de trabajo presidida por el subdelegado del Gobierno en la que los responsables de las carreteras de la provincia y los representantes de las organizaciones agrarias buscarán soluciones al gran número de accidentes de tráfico provocados por la fauna silvestre. La comisión se reunirá con una periodicidad trimestral y en el futuro se invitará a participar a otras Administraciones titulares de redes de carreteras: la Junta de Castilla y León y la Diputación de Zamora, así como a algunos colegios de profesionales y a la Universidad de Salamanca, según explicaba el subdelegado, Ángel Blanco.

En la primera reunión se ha restringido la participación al mínimo para poder guardar las distancias interpersonales. Estuvieron presentes, además del subdelegado, el jefe de la Unidad de Carreteras, Adolfo Güell; el jefe provincial de Tráfico, Eduardo Polo; el jefe del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil, César Gustavo Quijada, y los representantes de COAG, Lorenzo Rivera; Asaja, Antonio Medina y UPA, Aurelio González.

Tráfico aportó un detallado informe que cifra en 10.181 los siniestros relacionados con animales que se han producido en Zamora entre 2010 y 2020. El número de siniestros se disparó a partir del año 2015 y alcanzó su pico máximo en 2017, cuando se produjeron 1.179 accidentes de este tipo. Desde ese año la fauna silvestre provoca más de tres accidentes diarios en la provincia de Zamora, como ya ha contado este diario en más de una ocasión. El confinamiento de 2020 no produjo un descenso de la siniestralidad tan acuciado como se esperaba, pues se llegaron a contabilizar 1.066 accidentes por animales.

Accidentes provocados por la fauna cada año en las carreteras de Zamora.

La mayoría de accidentes por fauna se saldan con graves daños materiales pero sin daños personales, pues los más de 10.000 siniestros dejaron entre 2010 y 2020 87 víctimas, cinco de ellas mortales y 11 que necesitaron hospitalización. Zamora es la cuarta provincia con más accidentes provocados por los animales, pero la octava en número de víctimas.

El animal que más accidentes provoca es el jabalí, responsable de un 35% del total de los siniestros en los que está implicada la fauna. Le siguen el corzo, con un 23% de los accidentes y el ciervo con un 17%. Los animales domésticos, principalmente perros, producen el 12,6% de este tipo de siniestro. El lobo, en cambio, solo se ha visto involucrado en un 0,4% de los casos.

Por otro lado, se observa una estacionalidad, pues los accidentes aumentan en otoño, sobre todo en la época de la berrea. En esta estación han ocurrido el 34% de los casos, y en primavera solo el 19%. Las horas más peligrosas del día son en torno al amanecer y al del anochecer, en este segundo caso se producen más accidentes por haber más tráfico que a primera hora de la mañana. De hecho, más de la mitad de los siniestros con animales registrados en esta última década ocurrieron entre las seis de la tarde y las doce de la noche.

La fauna provocó más de 10.000 accidentes en las carreteras de Zamora en una década

En último lugar, el informe analiza cuál es la probabilidad de sufrir accidentes provocados por la fauna en cada carretera de la provincia de Zamora, divididas por tramos de diez kilómetros.

Las carreteras con más peligro por la fauna

Aunque la carretera que ha concentrado más accidentes por fauna es la N-525 –de Benavente a Galicia atravesando Sanabria– se ha determinado que la más peligrosa es la carretera N-631 (de Montamarta a Rionegro del Puente por Tábara), ya que concentra más accidentes por kilómetro. En esta vía se han ensayado en algunos años medidas para prevenir los accidentes, como las “barreras olfativas” para ahuyentar a los animales. El número de accidentes sí ha descendido desde entonces en esta vía, si bien el subdelegado reconoce que es difícil cuantificar su eficacia, pues parte del descenso puede deberse a otros motivos.

Desde 2019 se han introducido algunos cambios para mejorar la barrera olfativa, como aplicar los líquidos con pulverizadores y aumentar el tramo en el que se utiliza. Durante el primer año la barrera se limitaba a los dos kilómetros de carretera junto a los pasos para la fauna sobre el AVE, y ahora se aplican en un tramo de 27 kilómetros, entre el 24 y el 51. Como se ha observado que el efecto se desvanece con el tiempo, la aplicación se repite cada tres meses, y se echan 34 litros de repelente por cada 100.000 metros cuadrados.

Por otro lado, en la N-631 también se han desbrozado las márgenes de la calzada para mejorar la visibilidad y que los conductores puedan prever la aparición de los animales. “El problema es que en algunos tramos de la N-631, que suman más de 30 kilómetros de carretera, las márgenes son privadas. A través de los alcaldes vamos a tratar de ponernos en contacto con los propietarios de las parcelas para que nos autoricen a entrar a hacer limpieza de la vegetación”, explicaba el subdelegado. Durante la reunión se barajaron otras posibilidades como el vallado de algunas vías donde es posible.

Tras la N-631, la segunda carretera donde hay más probabilidad de sufrir un accidente provocado por la fauna es la N-525, y la tercera es la ZA-104, que es la carretera que va al Lago de Sanabria –perteneciente a la Junta de Castilla y León– y a pesar de que su corta longitud concentra un gran número de daños por fauna.

Después se sitúan la N-VI, en cuarto lugar, y en el quinto la carretera secundaria ZA-P-1151, que parte de Benavente y muere en Alcubilla de Nogales pasando por Morales de Rey, Santa María de la Vega, Villaferrueña y Arrabalde, y que pertenece a la red de carreteras de la Diputación. La N-122 entre Zamora y Portugal es la sexta carretera zamorana con mayor siniestralidad por fauna.

Otras carreteras que acumulan bastantes daños por fauna son la N-630 (Vía de la Plata), la CL-527 (de Zamora a Fermoselle) y la ZA-912 (de Alcañices a Villardeciervos).

El subdelegado del Gobierno ha marcado como objetivo para esta mesa de trabajo elaborar un informe completo para el primer trimestre de 2022 “en el que se recoja el sentir de todos los afectados y se planteen posibles alternativas en aras de mejorar la seguridad en todas las carreteras de la provincia. Vamos a hablar con expertos en ingeniería y en seguridad vial y con los responsables de todas las administraciones involucradas para tratar de implementar medidas que reduzcan la siniestralidad provocada por los animales en nuestras carreteras”. No obstante, Ángel Blanco dejó la puerta abierta a ir aplicando algunas de las medidas que propongan los miembros de la mesa sin esperar a las conclusiones del informe.