El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, visitó ayer las instalaciones de Cobadu en Moraleja del Vino para reiterar el compromiso del Gobierno de la comunidad con el cooperativismo agroalimentario como motor de desarrollo económico del mundo rural.

Mañueco cumplió de esta forma con la promesa hecha el pasado mes de septiembre de 2020, cuando una parte de estas instalaciones de Cobadu sufrió un incendio que calcinó varias naves de almacenamiento de materia prima. El presidente autonómico se alegró del buen ritmo con el que la empresa está reconstruyendo las naves destruídas a la vez que continúa desarrollando su actividad fabril y de prestación de servicios a sus socios agricultores y ganaderos.

El Plan Estratégico del Cooperativismo Agroalimentario 2019-2023 puesto en marcha por la Administración de Mañueco contempla este tipo de empresas como “un potente instrumento” que Mañueco definía ayer como “esencial para el desarrollo económico y social de las zonas rurales, y para superar el reto demográfico”. Por eso a través de este plan se han destinado más de ocho millones de euros a impulsar la innovación, la dimensión, la profesionalización y la presencia de la mujer y del joven en este sector, así como otros cinco millones a financiar la inversión.

En Castilla y León el cooperativismo factura más de 2.500 millones de euros al año, agrupa a más de 45.000 socios y genera más de 3.500 empleos.

De todas las cooperativas agroalimentarias de la comunidad Cobadu es la primera en nivel de facturación, además de ocupar el tercer puesto entre las cooperativas de primer grado con mayor facturación en toda España. Emplea a más 200 trabajadores directamente, de los cuales ninguno de ellos perdió su puesto por el incendio, y además sostiene otros 400 empleos de forma indirecta. La cooperativa zamorana extiende su actividad por toda Castilla y León y se expande hacia otros lugares como Extremadura y Portugal, y cuenta ya con 10.300 socios. En 2019 su facturación fue de 345 millones de euros sumando las 14 sociedades participadas por Cobadu.

Durante su recorrido por las instalaciones de Cobadu, Mañueco reafirmó a los responsables de la cooperativa que la Junta prestará todo su apoyo y la colaboración necesaria a la entidad para la reconstrucción de los daños ocasionados tras el incendio acontecido en la noche del 6 al 7 de septiembre de 2020. El Acuerdo 61/2020 del Consejo de Gobierno, de 24 de septiembre, ya declaró “los hechos acaecidos en la Cooperativa Limitada Bajo Duero en Moraleja del Vino como situación de especial y extraordinaria transcendencia y urgente actuación para desarrollar medidas de reconstrucción de las instalaciones siniestradas”.

Trabajos de reconstrucción de una de las naves de Cobadu incendiadas en septiembre de 2020. | Emilio Fraile

El director general de Cobadu, Rafael Sánchez Olea, y el director financiero de la cooperativa, Fernando Antúnez, fueron los encargados de acompañar en su visita a la fábrica al presidente de la Junta de Castilla y León, a la delegada territorial Clara San Damián y al consejero Juan Carlos Suárez Quiñones, que asume temporalmente las funciones de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural mientras el consejero Jesús Julio Carnero se recupera de las consecuencias de haber padecido la COVID-19. También visitaron los trabajos de reconstrucción de las naves calcinadas en el incendio de 2020, que afortunadamente no afectó a la zona fabril de la empresa, lo que ha permitido a Cobadu continuar con su actividad y con sus planes de expansión. Al otro lado de la carretera de Moraleja del Vino la cooperativa está construyendo un gran área comercial, que está unida a la zona fabril y de almacenamiento por un puente que también pudieron recorrer los responsables autonómicos.

En su vertiente agrícola, Cobadu proporciona a sus socios las semillas que después se convertirán en las cosechas que también comercializa la cooperativa. Además, ofrece multitud de productos y servicios, como la distribución de gasóleo, abonos, productos fitosanitarios o maquinaria de siembra directa, y les presta asesoramiento técnico con una importante red de ingenieros que siguen el desarrollo de sus cultivos desde el origen.

En ganadería, su actividad más importante es la fabricación de piensos compuestos, además de la comercialización de las producciones de sus socios de vacuno, ovino, porcino y leche. Para apoyarles en su día a día en las granjas, cuenta con un amplio equipo de veterinarios que prestan servicios técnicos, de asesoramiento en nutrición, realización de análisis clínicos o valoración de sementales.