La Diputación de Zamora ha abierto al tráfico de vehículos y personas el nuevo y ansiado “puente de Domez” que pasa a dar un paso adecuado sobre el río Aliste a la carretera provincial ZA-P-1405 de Zamora a Mahíde de Aliste por Carbajales que, con 76 kilómetros de longitud, es una de las más largas de la provincia: desde la avenida del Cardenal Cisneros en Zamora hasta la Sierra de la Culebra, donde enlaza con la carretera ZA-912 “Alcañices-Villardeciervos”.

Simultáneamente han comenzado los trabajos para la demolición del antiguo viaducto que fue construido en el año 1978. Cuarenta y tres años años de calvario pues cada vez que llovía el río Aliste saltaba por encima del puente, muy bajo, y obligaba a cerrar la carretera.

Labores de derribo del puente viejo de Domez de Alba. | Ch. S.

Durante una de esas inundaciones, en el anochecer del 16 de abril de 2016, junto la viaducto sobrepasado por las aguas y acompañada de José Luis Bermúdez Lorenzo, la entonces presidenta de la Diputación de Zamora, Mayte Martín Pozo, fue quien prometió y ordenó la construcción del puente. Durante su mandato se contrató la redacción del proyecto técnico a Alberto Pérez Armiño.

En 2019 tomaba la gestión de las obras el vicepresidente primero José María Barrios, que el domingo visitó el puente arropado por actual diputado por Aliste, Javier Faúndez Domínguez. Hay que destacar la labor de todos los ediles de la Corporación Municipal de Gallegos del Río, actualmente presidida por Pascual Blanco Martín

Las obras financiadas en su totalidad por la institución provincial han tenido un coste de 918.640,40 euros y fueron contratadas a la Unión Temporal de Empresas “Obras y Servicios Públicos” e “Imacal Contratas” sobre un presupuesto base de licitación para su ejecución material por contrata de 967.612 euros. El plazo de ejecución estaba fijado en 6 meses, pero hubo retrasos a causa de la pandemia y del estado de alarma.

Los trabajos se iniciaron el 11 de junio de 2020 y la climatología obligó a paralizar las obras en navidades, retrasando el echado de la capa de aglomerado ya que la plataforma de los accesos estaban muy húmedos. Aún faltan por hacer algunos remates exteriores, no obstante la apertura era imprescindible pues el proyecto incluye la demolición del puente viejo y para ello había que dar paso al tráfico por el puente nuevo.

Los vecinos de Domez conocen mejor que nadie la bravura del Aliste e incluso sorprendidos le dieron su sentencia hace ya 43 años al ingeniero de la Diputación de la época: “estáis construyendo un puente de juguete para un río de verdad”, a lo que “don Julio” les contestó entre la amabilidad y picaresca “que sabréis vosotros”, y el tiempo cada año le dio la razón a los vecinos.

Ayer los vecinos se deshacían en elogios a la nueva obra: “Ahora sí, ahora nos han hecho un señor puente, como si fuera para una autopista. Ya puede llover y venir agua que por encima no salta”.

El nuevo y flamante puente cuenta con una sección transversal de 11 metros: que se distribuyen en una calzada de seis metros de anchura (dos carriles de tres metros cada uno), más los dos arcenes de un metro cada uno de ellos y además 1,50 metros a cada lado de aceras para tránsito de peatones que además rompen las barreras arquitectónicas para facilitar su uso por personas con sillas de ruedas.

Aceras del puente de Domez. | Ch. S.

El puente sobre el cauce del río Aliste se ha ubicado en el lugar conocido por los vecinos como el “Pozo la Olla” y cuenta una plataforma de 68,90 metros de largo, asentada sobre un tablero con 15 descomunales vigas prefabricadas de hormigón “tipo TT” de 120 centímetros de canto y un peso cada una de ellas 20.000 kilos: lo que hace un total de 300 toneladas.

El gran problema, ahora resuelto era el paso del agua en tiempos de grandes avenidas del río Aliste, –el río saltaba por encima del puente viejo–, para lo cual cuenta con solo tres vanos de luz de 22,55 metros de longitud el de la izquierda, 23 el central y 22,55 el de la derecha.

El tablero que aguanta el peso de carretera y tráfico rodado trasmite las cargas a los dos estribos y a las dos pilas mediante treinta apoyos elastiométricos armados, que van separados 250 centímetros entre sí, colocados a razón de diez por cada pila (tipo pórtico) y cinco por cada uno de los estribos.

La obras han afectado en su totalidad a 347,66 metros pues aparte del viaducto en sí, hubo que adecuar los nuevos accesos en una carretera provincial formada por dos carriles de 3 metros cada uno, más los dos arcenes de anchura variable de 1,50 y 2,50 metros cada uno, lo que representa una plataforma de 9 metros de ancho mínimos que se incrementa a 11 en el entronque con el nuevo viaducto.

En la marquen izquierda la acera peatonal, una vez pasado el puente, continúa con firme de aglomerado hasta el enlace directo con los caminos laterales, separadas de la calzada por vallas de ondas y de las cunetas con vallas de madera. Similares características se habilitarán en la zona derecha de la era.

El puente presta servicio directo a las 17 localidades que cruza la ZA-P-1405 de Zamora a Mahide: tres de Tierra del Pan (La Hiniesta, Andavías y Palacios), seis de Tierra de Alba (Muga, Losacino, Vegalatrave y Domez) y ocho de Aliste (Gallegos del Río, Valer, Bercianos, San Vicente de la Cabeza, Palazuelo de las Cuevas, Las Torres, Pobladura y Mahíde).