El cierre perimetral entre autonomías, el toque de queda, la suspensión de las procesiones y otras restricciones impuestas por las autoridades sanitarias para contener la pandemia de COVID-19 han afectado al sector turístico esta Semana Santa en todos los lugares. A pesar del buen tiempo, las cifras de visitas siguen siendo muy inferiores las de las semanas de Pasión de antes de la pandemia.

Las expectativas calculaban descensos en el número de visitantes aún mayores, que superarían el 70% respecto al 2019, que fue un año especialmente bueno para el turismo. En el caso concreto de Sanabria se han mejorado esas previsiones, pero la Oficina de Turismo de Puebla cifra la caída de visitas respecto a la Semana Santa de 2019 en un nada despreciable 55%.

Sin duda la buena climatología, a pesar de los pronósticos de los últimos días, y la oferta de paisaje, naturaleza y cultura han pesado respecto a la motivación del viaje para muchos castellanos y leoneses que eligieron este rincón de la comunidad para pasar allí una parte de su Semana Santa.

La exuberancia de los ríos, sus cascadas despeñadas por los valles y grietas rocosas, el despertar del bosque han sido “redescubiertos” por visitantes llegados desde Zamora y desde otras provincias cercanas, y a pesar de que en su mayoría pasaron sólo un día de estancia, cierto porcentaje se va animando a alargar el viaje y quedarse a dormir fuera de casa. De hecho, con los días festivos se ha incrementado la media de pernoctación a tres o cuatro días, con una destacada apuesta por el turismo rural y las autocaravanas.

Esta tendencia estacional respecto al devenir de los acontecimientos señalados por la normativa sanitaria va poco a poco volviendo a demostrar las posibilidades de desarrollo de Puebla de Sanabria y del resto de la comarca, pero “esta tendencia marca una reestructuración y un control de los flujos de viaje en el que es necesario incidir e invertir en la innovación y adaptación”, apuntan desde la Oficina de Turismo del Ayuntamiento de Puebla de Sanabria.

“El papel de los residentes es tan importante como el que más, incluso como agente activo en este movimiento de volver a poner en valor nuestras fortalezas, de las que nosotros también podemos participar y disfrutar”, valoran los responsables turísiticos de la villa sanabresa. Apostar por la inercia circular de todos los sectores implicados (a pesar del individualismo endémico de la comarca) e ir anticipándonos a las situaciones cambiantes y venideras en un caminar que se está demostrando será paso a paso y, aunque el recorrido sea de momento corto, lo importante es que se demuestre firme”, señalan los responsables de la oficina.