Una zamorana ha sido galardonado con el “Innovation Awards for Women Farmers”, un galardón europeo que se concede cada dos años para premiar la contribución de alguna mujer de la Unión Europea que haya llevado a cabo avances o innovaciones importantes en en los sectores agrícola o silvícola.

En su sexta edición, el premio ha recaído en España, concretamente en el proyecto de Nazaret Mateos Álvarez, “EntreSetas”, que cultiva setas gourmet bajo las prácticas de la economía circular y la huella de carbono cero. Esta zamorana llegó a la final en la que competía con otros cuatro proyectos de mujeres de Hungría, Croacia, Italia y Bélgica, y resultó ganador de este reconocimiento otorgado por Copa-Cogeca, la agrupación europea de organizaciones profesionales agrarias y cooperativas agropecuarias.

Nazaret Mateos Álvarez desciende de las localidades carballesas de Villanueva de Valrojo y Rionegro del Puente, pero uno de sus primeros empleos le llevó fuera de Zamora, a Palencia, donde conoció a su actual marido. En la provincia castellana Nazaret montó hace tres años su innovadora explotación micológica “Entre Setas, concretamente en la vega del río Carrión, en el municipio de Paredes de Nava, donde comenzó a recrear “un ambiente similar al de la Sierra de la Culebra”, los montes en los que pasó los mejores momentos de su infancia y adolescencia recolectando setas silvestres con su familia.

Junto al río Carrión y la cañada real leonesa, Nazaret consigue que crezcan 14 variedades distintas de hongos, autóctonas y exóticas, muy apreciadas por los amantes de la buena cocina en toda España. Las plantaciones se han sembrado bajo umbráculos, pequeños invernaderos con mallas de sombreo que Nazaret ha instalado sobre un suelo de hierba natural previamente enriquecido con los deshechos orgánicos de los cultivos cerealistas de la zona, tras haber investigado las necesidades particulares de cada especie de seta que trabaja. Se trata de un tipo de cultivo único en nuestro país que ha salido adelante “gracias al esfuerzo de mi marido y mi hijo, y la ayuda de los agricultores de la zona y toda la gente que ha estado implicada en la explotación desde su comienzo, yo sola no habría podido”, explica la agricultora premiada.

Algunas de las setas gourmet comercializadas por Entre Setas. | E. S.

“Entre Setas” practica la rotación entre variedades de otoño-invierno, europeas y japonesas, que requieren algo de frío y ciclos de luz cortos; y variedades de verano, especies de hongos propias de latitudes tropicales que requieren de ciclos de luz largos y temperaturas fuertes. En ningún caso se fuerzan las temperaturas ni se emplea luz artificial ni ventilación mecánica en estos cultivos sostenibles, de tal manera que los ciclos de crecimiento de las setas son los mismos que al aire libre, pues los únicos controles se llevan a cabo mediante los umbráculos, que ayudan a evitar las heladas y a mantener alejados a algunos insectos que pueden resultar perjudiciales para los hongos. El riego se realiza a mano, y la condensación provocada por el invernadero cae sobre el suelo natural de hierba, por lo que el agua sobrante regresará a los acuíferos.

Además, en temporada “EntreSetas” también comercializa los hongos silvestres que recogen algunos vecinos de la tierra natal de Nazaret, principalmente jubilados, contribuyendo a mejorar las economías familiares de los pueblos de la Sierra de la Culebra.

“Entre Setas” vende todo su producto fresco por internet directamente al consumidor final, en su mayoría particulares, aunque antes de la pandemia también trabajaba con restaurantes de distintas provincias de España. Para compensar el dióxido de carbono generado en los envíos, esta familia ha plantado una frondosa arboleda en la explotación de tres hectáreas con el onjetivo de producir todo el oxígeno necesario.

Nazaret Mateos Álvarez recolectando setas. | E. S.

Por otra parte, sobre los restos de las podas responsables de estos árboles, y de otras ramas que trae el río Carrión en sus crecidas, Nazaret lleva a cabo inoculación de micelios de algunos hongos saprófitos que no comercializa, pero le interesa que descompongan esos restos orgánicos para enriquecer los suelos. Cuando el río trae una nueva avenida, arrastra toda esa materia que servirá de abono natural para los cereales cultivados en las fincas de trabajo en la zona baja del Carrión, un regalo de “Entre Setas” al medio ambiente y a la comunidad agrícola en la que nació la empresa. Falta destacar que esos hongos saprófitos tienen propiedades antinemátodas, para que sirvan de “desparasitante natural” a los pájaros que en ocasiones se alimentan picoteando entre las ramas, algo muy habitual ya que Paredes de Nava está en una Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA), que la plantación de nazaret reconocida en la Unión Europea también contribuye a cuidar.