Cerca de 3.200 pacas de paja, con un peso de 1.250.000 kilos, han sido pasto de las llamas en un incendio originado en la madrugada del viernes en un terreno situado a las afueras de Fuentesaúco, junto a la rotonda que comunica la localidad saucana con la carretera a Fuentelapeña.

El fuego se originó pasadas las 00.30 horas, cuando la enorme columna de llamas y de humo en la que quedaron envueltos los fardos de paja, visibles desde varios metros, hicieron saltar las alarmas. Una dotación de Bomberos de Toro fueron los que se desplazaron hasta el lugar tras recibir el aviso del 112, aunque solo pudieron realizar una primera intervención dirigida a impedir que se extendieran las llamas.

Los tres efectivos de los Bomberos desplazados hasta el lugar, situado junto a la carretera ZA-602, permanecieron de vigilancia el resto de la noche ante la imposibilidad de sofocar el fuego, que en estos casos solo se puede dejar que se consuma por sí mismo, según los agentes. De hecho, las llamas siguieron activas durante toda la jornada de ayer dado el enorme volumen de paja calcinada que permanecía incandescente.

Los Bomberos, con el la columna de humo al fondo. | B. T.

En todo caso, el hecho de que el montículo de paja se encontrara en un terreno aislado, sin viviendas ni otras edificaciones cercanas, no hizo temer daños materiales mayores. Aunque se desconocen las causas que han podido originar el incendio, todo apunta a que puede haber sido intencionado. El hecho de que se haya producido de madrugada para evitar posibles testigos y la voracidad de las llamas son dos de las causas que apuntan a que se trate de un suceso provocado. Hasta el lugar también se desplazaron varios vehículos de la Guardia Civil.

El incendio deja importantes pérdidas económicas para su propietario, David Aparicio, un vecino de Fuentesaúco que tenía previsto ponerlas a la venta en tan solo unos días, a principios de abril. Fue avisado de madrugada del sucesoo, del que asegura que “es una faena muy gorda, te quedas sin saber ni por donde cogerlo”. Teniendo en cuenta que el precio de la tonelada de paca ronda entre los 30 y los 36 euros, este agricultor y ganadero estima que las pérdidas provocadas por el incendio pueden rondar los 36.000 euros.

Camión de bomberos, junto al incendio. | B. T.

Un jarro de agua fría que llega en un año especialmente malo “en el que hemos tenido todo parado y solo hemos tenido pérdidas, por lo que esto es el remate”, asegura abatido el agricultor afectado. También subraya los gastos realizados y ya irrecuperables invertidos en la producción de las pacas calcinadas, que habían sido recopiladas durante el pasado verano.

Sobre los posibles autores que han podido provocar el incendio, el ganadero destaca que “nadie ha visto nada al haberse originado por la noche”. En cuanto a la posibilidad de que los seguros puedan cubrir parte de los daños causados, Aparicio reflexiona que “los agricultores no podemos depender de los seguros”, aunque matiza que “no he tenido tiempo ni de pensar en ello”.