La empresa Alfa Europa Eco proyecta construir un aeródromo privado en la dehesa de Valmasedo, ubicada entre los términos de Tábara, Faramontanos de Tábara, Burganes de Valverde y Friera de Valverde. La infraestructura facilitará el aprovechamiento de los abundantes recursos cinegéticos de la propia dehesa, que cuenta con un coto privado de caza con 832 hectáreas contiguas, creado el 22 de marzo de 1972.

La finca tiene una extensión total de casi 900 hectáreas, y además del coto cuenta con terrenos agrícolas. Todos los recursos agrícolas, ganaderos y cinegéticos son explotados por la propia compañía Alfa Europa Eco, una empresa familiar con sede en la ciudad de Vigo y actual propietaria de esta dehesa en Zamora, que antes estaba vinculada a la familia Martínez de Irujo.

Las más de 800 hectáreas de coto cuentan con abundantes recursos de caza mayor como ciervos, corzos y jabalíes, y en 2010 Alfa Europa Eco obtuvo permiso para la reintroducción de gamos, concretamente dos machos adultos, diez hembras adultas, cinco machos jóvenes y cinco machos adultos para que criaran más ejemplares de la especie con el objetivo de diversificar su oferta cinegética. Asimismo, se han cazado algunas especies de caza menor como liebres y perdices rojas, y en ocasiones ejemplares de lobo ibérico.

El futuro aeródromo contará con una pista de aterrizaje de 1.350 metros de largo por 60 de ancho para facilitar la llegada de los cazadores en aeronaves privadas.

Sin embargo, el expediente de evaluación de impacto ambiental presentado por Alfa Europa Eco para la obtención de la licencia se ha encontrado con las alegaciones presentadas por la organización Ecologistas en Acción Zamora, que ha solicitado que se archiven las actuaciones y se termine con el procedimiento, ya que alegan que al tratarse de un aeródromo privado “no se trata de una instalación de utilidad pública o interés social”.

Por otro lado, los ecologistas aseguran que el estudio ambiental presentado por la empresa “incumple los requisitos de calidad exigidos por la legislación ambiental” porque “se limita a generalidades recabadas de bibliografía, sin haber llevado a cabo un estudio sobre el terreno” y porque “omite describir las características físicas del proyecto en fase de cese”.

A juicio de la organización que presenta las alegaciones, se debería estudiar el impacto que supondrían los vuelos para la avifauna de la Zona Especia de Conservación del embalse del Esla, “ubicado a cuatro kilómetros del lugar, y vinculada a la Reserva de las Lagunas de Villafáfila”, al otro lado del río.

Por último, los ecologistas critican que el estudio “califica de baja la probabilidad de incendios forestales en la zona, cuando en realidad Faramontanos de Tábara está declarada como zona de alto riesgo de incendios”.