Los seis empresarios de hostelería de Almeida de Sayago han recibido cada uno una subvención a fondo perdido de 500 euros para aminorar el impacto de los perjuicios económicos que están provocando las restricciones de la pandemia. La ayuda procede de la partida de 7.000 euros aprobada en los presupuestos del Ayuntamiento para 2021 que se reparten entre 3.000 destinados al sector de la hostelería y los 4.000 restantes como complemento salarial a trabajadores de la residencia de ancianos.

En este último caso es el segundo complemento que se concede a la plantilla de la residencia como reconocimiento al trabajo desempeñado “en un año muy duro” precisa el alcalde de Almeida, Miguel Alejo. Se refiere a los estragos que ha provocado la pandemia del COVID-19, golpeando de forma muy especial a sectores económicos como el de la hostelería y sociales como la residencia de ancianos.

En ese contexto se ha aprobado la partida específica incluida este año en el presupuesto municipal de Almeida de Sayago, que ha sido aprobado por unanimidad de los concejales –seis del PSOE y uno del PP– en un pleno presidido por el alcalde socialista Miguel Alejo.

“Un presupuesto equilibrado y con prioridades derivadas de la pandemia” resume el alcalde en la información facilitada a los vecinos. Alejo destaca el golpe recibido por la hostelería –bares, restaurante y balneario–, “el sector que más necesita ayuda. Por eso el Ayuntamiento, en la medida de sus posibilidades ha querido hacer una aportación que se sume a las que puedan recibir estos negocios de otras administraciones. Hacen un servicio al pueblo y tenemos que reconocerlo” precisa el alcalde sayagués.

En el caso de los trabajadores de la residencia el “extra” asciende a unos 200 euros como reconocimiento “a un trabajo extraordinario en el cuidado de nuestros mayores en unos momentos complicados”.

Travesía de Almeida donde se asientan algunos bares

Los presupuestos rozan el millón de euros

El montante de ingresos y gastos asciende a 983.680,50 euros. Además de la subvención específica para la pandemia, destaca la partida destinada al gasto socio-sanitario (residencia y consultorio), que asciende a 178.000 euros. La asignación específica para el pago de salarios a los trabajadores municipales asciende a 420.000 euros para el pago de 22 nóminas mensuales (la mayoría de la residencia de mayores) y 10 eventuales temporales. El alcalde y los concejales no perciben asignación ninguna por el desempeño de sus cargos, ni en concepto de sueldos ni de dietas. Otros 125.000 euros euros del presupuesto municipal se destinan al plan de inversiones y 50.000 para el pago de proveedores.

En el capítulo de inversiones destaca la primera fase de la rehabilitación de la Casa del Secretario, que se reconvertirá en vivienda para alquiler vinculado al trabajo en el pueblo. Sigue el mismo camino que la guardería, ya convertida en una vivienda que ocupa una trabajadora de la residencia: y otro edificio municipal con el mismo destino, en el que vive una familia que regente un establecimiento hostelero. “Además de dar prioridad a los servicios sociales y a la ganadería, nuestra política es techo y trabajo; es decir, facilitar viviendas para que se puedan establecer familias con un objetivo de continuidad, no de forma provisional” defiende Miguel Alejo.

Miguel Alejo: “Además de dar prioridad a los servicios sociales y a la ganadería, nuestra política es techo y trabajo"

A esa apuesta por la ganadería extensiva responde la mejora y mantenimiento de caminos, charcas y cerramientos. Así como un proyecto, “que deberemos consultar y asesorarnos”, sobre un plan de cerramiento y mejora de infraestructuras en parcelas comunales de titularidad municipal. “Aunque aquí se realizó la concentración, el Ayuntamiento tiene unas dos mil hectáreas de comunales que no están organizadas y la idea es mejorar las condiciones de aprovechamiento de estos terrenos y favorecer la sanidad animal” explica el alcalde de Almeida.

Otra de las actuaciones previstas para este año es ha instalación de reductores de velocidad a lo largo de la travesía de la carretera que atraviesa la localidad, en uno de sus tramos al lado del Ayuntamiento o la iglesia. Es una vieja reivindicación que pretende establecer medidas para aminorar el peligro para los peatones.

TODA LA INFORMACIÓN SOBRE EL CORONAVIRUS EN ZAMORA