Un grupo de ocho voluntarios de Villardeciervos participaron esta semana en el curso formativo de Desfibrilación semiautomática externa, impartido por Cruz Roja dentro del proyecto de “Zamora, provincia cardioprotegida” promovido por la Diputación Provincial. Este proyecto de formación está dirigido a la población en general que no pertenece al ámbito sanitario y ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Villardeciervos que ha prestado las escuelas y el Salón de la Juventud.

Sara Descalzo Rodríguez responsable del taller de Formación y Silvia Mielgo encargada de comunicación aportaron todos los conocimientos necesarios a los voluntarios e incluso esas preguntas que en una situación de emergencia surgen al socorrista. Ante una emergencia y ante las dudas de plantearse cómo se va a reaccionar, la respuesta es contundente “suelen reaccionar para bien y te aseguro que no se quedan parados” cuando se dispone de esta preparación.

Las ocho plazas ofertadas a las personas empadronadas en Villardeciervos se han quedado cortas para el número de personas que se han apuntado y que ha generado una lista de espera a incluir en el siguiente curso, ya que vista la demanda se efectuará una segunda jornada.

La formación ha consistido en ocho horas de formación teórica y práctica en reanimación cardiopulmonar, RCP, desobstrucción de la vía respiratoria tanto en bebés, niños y adultos–incluida la maniobra de Heimlich, y el uso de desfibriladores.

Una mujer de la Cruz Roja explica a los voluntarios cómo practicar la RCP. | A. S.

El nuevo protocolo de prevención contra el COVID ha obligado a tener en cuenta medidas adicionales para evitar el contagio cuando se trata de prestar los primeros auxilios ante un caso de infarto. A lo largo de las ocho horas de aula y práctica se mantiene la distancia entre los alumnos, el uso de guantes, mascarillas y desinfección cada vez que se hacían las prácticas con los muñecos de adultos y niños.

La técnica es la misma que en la normalidad, aunque hay que tomar unas medidas de seguridad como no retirar la mascarilla o cubrir la boca con un pañuelo o una prenda, si el enfermo no lleva mascarilla, y en caso de que no haya constancia de golpe en la cabeza girar ligeramente la cabeza al lado contrario de la personas que está practicando la RCP o usando del desfibrilador.

Para los participantes ha sido “muy instructivo” como señaló una de las alumnas Binca González que se apuntó de voluntaria para saber hacer las maniobras en un caso de urgencia y “estar en lugar mucho más lejos de los centros sanitarios”, además de “saber utilizarlo ¡Y ojalá que no tengamos que utilizarlo!

Todos los alumnos pasan por la parte práctica, tanto con un cuerpo real, en este caso el de algún alumno o la monitora para aprender las técnicas de colocación en posición segura, o con los muñecos para saber usar el desfibrilador, del que dispone el Ayuntamiento.