La llegada de un nuevo vecino a un pueblo es también la apertura de una casa condenada a la ruina, una nueva parada en la ruta del panadero y el vendedor ambulante y, en el mejor de los casos, unos niños correteando por las calles vacías.

En tiempos de vulnerabilidad demográfica extrema, el asentamiento de un vecino en un pueblo toma tintes de acontecimiento y, si se trata de diez nuevos censados, casi podemos hablar de prodigio.

La historia es real. Ocurre en el municipio de Fariza, enclavado en del Parque Natural de los Arribes del Duero, donde su alcalde, Manuel Ramos, asiste ilusionado a este renacimiento que ha propiciado la llegada de diez nuevos pobladores repartidos por Zafara, Mámoles y Badilla. “Vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos por apoyarles y facilitar los trámites necesarios. Ya basta de hablar del mundo rural desde la teoría, hay que comprometerse seriamente” certifica Ramos.

La primavera demográfica de Fariza surge a través del “banco de viviendas” promovido por la Plataforma por el Desarrollo de Sayago. “Empezamos a pensar y nos planteábamos, qué podemos hacer por Sayago. Cada día escuchando el son de la España vaciada, el despoblamiento, el declive de los pueblos. Entonces dijimos, hay que hacer algo, no podemos seguir con los brazos cruzados” explica Domingo Martín Aparicio.

Y así es como este sayagués de Almeida, junto a José Antonio de la Mano y algún otro colaborador, empezaron hace un año a recopilar datos de viviendas en venta y alquiler, luego terrenos y también negocios. Les pareció que facilitar la oferta inmobiliaria por metros, por pueblos, por precios, era una manera de estimular el mercado y animar a potenciales pobladores. Una misión sin ningún interés lucrativo. Solo les mueve el deseo de revitalizar una comarca en la que creen y por la que apuesta. Las redes sociales hicieron el resto. Casi un año después la idea empieza a dar sus frutos. Y el caso del municipio de Fariza es un ejemplo claro y real de que es posible.

“Hemos pasado de la teoría a la práctica” argumenta Martín Aparicio. “Una de las cosas buenas de esta iniciativa es el dinamismo que ha adquirido el mercado inmobiliario en la comarca; nunca pudimos pensar que salieran a la venta o alquiler tantas casas que, si no es por esto, seguro que los propietarios ni se lo habían planteado. El resultado es muy ilusionante”.

Vicente Aberturas y Tamara Toboso son dos de los nuevos moradores. Dejaron la sierra madrileña en busca de algo más puramente rural. “Como está a media hora de Madrid, Becerril ya no era lo que queríamos, allí ya es imposible, de pueblo solo tiene el nombre” cuenta Vicente en pleno traslado desde Villar del Buey, donde han vivido un año hasta que se han asentado definitivamente en una casa alquilada en Zafara. “Nos hemos orientado a un lugar más tranquilo, con posibilidades para lo que queremos hacer”. El proyecto de esta joven pareja está ligado a una actividad sostenible, desde la apicultura al alquiler de huertos para situar los productos en Zamora, Portugal o Madrid. “Es un punto estratégico para acceder a esos mercados” defiende Vicente.

Además, estos nuevos pobladores se proponen aprovechar el potencial medioambiental de un espacio protegido como es el Parque Natural Arribes del Duero y Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica para explorar posibilidades como la caza fotográfica o la recuperación del muladar de Mámoles como punto de alimento de las aves necrófagas. “Hemos hablado con los gestores del Parque y nos están dando bastantes facilidades. Con el muladar se pretende hacer una gestión limpia y rápida a la hora de recoger el cadáver del animal, y a la vez evitamos los ataques de las necrófagas por falta de nutrición, fundamentalmente las águilas que tantos problemas están creando a los ganaderos” explica Aberturas.

Este madrileño amante de la vida rural “desde pequeñito”, ligado a la ganadería, los caballos y los tractores, se plantea un futuro prometedor. “Creo que es una zona con mucho potencial para una forma de producción en pequeña escala, porque no nos vamos a hacer ricos solo queremos vivir dignamente y con calidad. Al final esto es una cadena; si funcionan estas iniciativas se asienta población, viene gente a conocer esta zona, se queda, consume. Nos beneficiamos un poco todos”.

En Mámoles, otro de los pueblos del municipio de Fariza a la vera del arribanzo, se han abierto dos casas de sopetón. Paola Labarba llega desde Fuerteventura junto a su marido, Jorge, y su hija Luz María. Y la pareja formada por Aroa Pérez y Aitor Herrera. Cinco nuevos vecinos recién asentados; “dice el panadero que hemos llenado el pueblo” cuenta Aroa todavía embarcada en la tarea de desembalar paquetes y ordenar la casa.

Aroa y Aitor, madrileños, llegan desde Asturias (el concejo de Cabranes) con la idea de materializar su proyecto de instalación de una ganadería apícola de 600 colmenas. “Presentaremos este mes la iniciativa para acogernos a las ayudas de incorporación de jóvenes” cuenta.

“En Asturias no es tan viable porque el campo está muy segregado y económicamente es mucho más complicado para nosotros” cuenta ella. Por eso, en esa búsqueda de un lugar idóneo acabaron en los arribes y, de la mano de otra emprendedora de Fornillos de Fermoselle, Piki Cotorruelo, se pusieron en contacto con José Antonio de la Mano quien les facilitó posibles viviendas adecuadas a las necesidades que buscaban. Finalmente han terminado en este pequeño y singular pueblo de los arribes, uno de los iconos del Parque Natural.

“Todo han sido facilidades, desde José Antonio que nos ha ayudado a encontrar la casa hasta el alcalde de Fariza, pendiente de todo, y los propios vecinos del pueblo que nos han acogido. Desde el principio nos hemos visto con las puertas abiertas. Además, el sitio es increíble, la naturaleza es hermosa y muy favorable para poner en marcha nuestro proyecto apícola. Esto es vida”.

A escasos metros de la casa de Aroa y Aitor se encuentra la de Paola y Luz María, recién aterrizadas de las Islas Canarias. Paola Labarba dice haber encontrado en Sayago “el lugar que llevo años buscando”, un territorio de contraste absoluto con el clima cálido y las playas de arena que bañan la isla de Fuerteventura. Allí trabajaba como camarera de piso en un hotel, pero la crisis del coronavirus, provocó el cierre y Paola se encuentra inmersa en un ERTE. “Dije, es la oportunidad para marcharnos”.

No fue una idea repentina, la familia llevaba tiempo planteándose un cambio de aires y Paola se dispone a buscar trabajo “en la limpieza de casas o como cuidadora de mayores, que también tengo experiencia; antes de dedicarme a la hostelería cuidaba abuelitos”.

¿Cómo llegó esta familia a Sayago?. Buscando en las redes sociales vinculadas a la despoblación y proyectos en el mundo rural, Paola y su marido dieron con la Plataforma de Oportunidades y se pusieron en contacto con José Antonio de la Mano. “Después vino todo rodado, nos dieron un montón de información y en octubre nos vinimos una semana a conocer la zona”. No lo dudaron.

Así hasta diez experiencias. Diez nuevos censados embarcados en una nueva peripecia vital que no quiere ser una aventura sin fundamento o producto de una moda.

“En general las personas que se ponen en contacto con nosotros ya tienen conocimiento del proyecto y las ideas bastante claras” asegura Domingo Martín. La buena noticia es que “hay más pobladores a la vista, que vienen con su idea de emprendimiento muy clara y algunos incluso ya con el negocio cerrado”. La Plataforma pone especial empeño que los nuevos pobladores suman la gestión de bares o tiendas que se han ido cerrando. “No se trata solo de que lleguen nuevos pobladores, necesitamos emprendedores que inicien una actividad porque eso garantiza su permanencia y crea dinamismo en los pueblos”.

Además de los ya empadronados en el municipio de Fariza, se han asentado otras 8 en Fermoselle y Moral de Sayago, gracias al “banco de viviendas”. Domingo Martín y José Antonio de la Mano anuncian también el desembarco de otras 3 familias “entre los meses de febrero y marzo”. Aún más. Se está generando “gran interés de familias de Argentina descendientes de sayagueses que, una vez hechos los trámites legales correspondientes, desean venirse”. “Por fin hay algo más que palabras” resumen.

Paola Labarba | De Fuerteventura a Mámoles

“He visto cumplido el sueño de mi vida”

“El despliegue de fibra y el teletrabajo abren puertas al asentamiento rural”

Paola Labarba aterriza en Sayago junto a su marido, Jorge, y su hija Luz María, ya matriculada en el Instituto de Muga de Sayago. “He visto cumplido el sueño de mi vida” declara recién asentada en Mámoles en uno cambio rotundo. La familia llega desde la isla de Fuerteventura, donde Paola trabajaba como camarera de piso en un hotel turístico. La crisis del COVID ha obligado a cerrar y ella está en un ERTE. “Era la oportunidad para dar este paso, siempre me ha gustado la vida en el campo y Sayago es el lugar ideal”.

Domingo Martín y J. A. de la mano | Plataforma “Juntos por Sayago”

“El despliegue de fibra y el teletrabajo abren puertas al asentamiento rural”

“El despliegue de fibra y el teletrabajo abren puertas al asentamiento rural”

Se define “Juntos por Sayago” como “un grupo de personas que apostamos firmemente por el desarrollo de la comarca y luchamos contra la despoblación”. Como primera medida se creó el llamado “banco de inmuebles”, una base de datos donde registran viviendas, naves, fincas y negocios en venta y alquiler. “Se trata de facilitar lo máximo posible a los interesados en vivir en Sayago la búsqueda de una vivienda en la que residir, que sea de las características que desean”. Además ayudan a emprendedores a iniciar una actividad económica en la comarca, generadora de empleo y riqueza. “El sector turístico y el agroganadero, junto a la atención a personas mayores, tienen un enorme potencial como oportunidad para que nuevos pobladores se instalen en Sayago”. El despliegue de la fibra óptica en los distintos pueblos y el teletrabajo se apuntan también como una oportunidad para el asentamiento de población.

Aroa Pérez | De Asturias a Mámoles

“Esto no es una aventura, tenemos las idas claras”

Aroa Pérez

Aroa Pérez

Aroa Pérez, (31 años) llega a Sayago junto a su pareja Aitor Herrera (35). Aunque madrileños, llegan desde la Asturias rural con la idea de emprender un proyecto apícola. “Esto no es una aventura, llevamos doce años juntos y tenemos las ideas claras” cuenta la joven, ya empadronada en Fariza y con una casa alquilada en Mámoles. “Vamos a ir pasito a pasito a ver cómo van las cosas, no nos faltan ni ganas ni ilusión y creemos que esta zona responde a lo que nosotros estábamos buscando. Además queremos tener niños”.

Vicente Aberturas | De la Sierra de Madrid a Zafara

“Buscamos vivir con cierta calidad y dignamente”

Vicente Aberturas

Vicente Aberturas

Vicente Aberturas y Tamara Toboso llevan un año viviendo en Villar del Buey, a donde se desplazaron en cuanto a él le salió un trabajo en una explotación ganadera de Pasariegos. Acaban de encontrar la casa que buscaban en Zafara, donde han alquilado una vivienda típicamente sayaguesa y gestionan el alquiler de huertos para su explotación hortícola. “La idea es asentarnos definitivamente. Sabemos que el campo es duro, que requiere estar los 365 días del año pero es lo que queremos. No perseguimos hacernos ricos sino vivir con cierta calidad y dignamente”.

Manuel Ramos | Alcalde de Fariza

“La obligación del Ayuntamiento es facilitar trámites y tender puentes”

Manuel Ramos

Fariza es uno de los municipio donde ha fraguado el proyecto del “banco de viviendas” de manera fehaciente, con la inscripción de diez nuevos vecinos en el censo. “Nuestra obligación como Ayuntamiento es agilizar papeles, facilitar trámites a los nuevos emprendedores, abrirles camino ante las administraciones superiores y tender puentes. Así lo estamos haciendo porque nuestro futuro pasa por ganar población” apunta el alcalde de Fariza. Manuel Ramos reconoce también el trabajo de uno de sus vecinos en esta batalla contra la despoblación. “Carlos Gejo está haciendo un gran trabajo facilitando casas y arrendamientos para incorporarlos a la Plataforma y ofreciendo todas las oportunidades que sale de estos pueblos a los nuevos pobladores” reconoce Ramos.