La Consejería de Sanidad efectuará un cribado entre los alumnos de tercero y cuarto de ESO y Bachillerato del IES Valverde de Lucerna de Puebla, donde acuden alumnos de toda la comarca. La Consejería de Sanidad efectuará pruebas PCR entre los alumnos que salieron entre el lunes y el miércoles de esta semana, durante la hora del recreo a un bar del barrio de San Francisco a tomar el bocadillo y el refresco. En este establecimiento está localizado uno de los tres focos activos en estos momentos en la Zona Básica de Salud de Sanabria.

Las pruebas se efectuarán el martes de la próxima semana, por parte del personal del Centro de Salud de Puebla donde están asignados tres rastreadores de COVID. En el dispositivo sanitario participarán 4 enfermeros que se encargarán de efectuar pruebas PCR que son más precisas y efectivas que los test de antígenos. La medida implica la suspensión de las clases para los cursos de 3º y 4º de ESO y 1º y 2º de Bachillerato los días 2 y 3 de febrero. La situación afecta a la práctica totalidad del profesorado, por lo que durante esos dos días los alumnos de 1º y 2º de ESO tienen la opción de acudir al centro, pero no habrá clases lectivas.

Los responsables de los servicios territoriales de la Consejería de Educación y descartaron inicialmente efectuar un cribado para detectar casos asintomáticos de COVID-19 entre los alumnos del IES Valverde de Lucerna de Puebla, como así se informó al Consejo Escolar en la reunión por videoconferencia celebrada ayer jueves por la tarde.

Los padres de los alumnos, a través de la Asociación de Madres y Padres, habían trasladado a la dirección del centro la petición de efectuar un cribado, tras el positivo en un establecimiento donde acuden alumnos en el intervalo de la mañana. La razón que se trasladó parte del servicio Territorial de Educación a los miembros del Consejo es que “no se consideran contactos” de riesgo y que “estaban fuera de horario lectivo” ya que, al parecer, el recreo no se considera hora de clase. Precisamente ha sido este último argumento el que más ha sorprendido a los padres para descartar el control.

Los alumnos de primero y segundo de ESO durante la hora de recreo permanecen en el centro, mientras que los estudiantes de tercero, cuarto y Bachillerato tienen la posibilidad de salir fuera del recinto en el descanso de la mañana. Las instrucciones dadas a los alumnos en las aulas de tercero, cuarto y Bachillerato, que entre el lunes y el miércoles pasaron por el bar a comprar el bocadillo, son que si se encuentran mal o tienen síntomas “se queden en casa y llamen al centro de salud”.

En estos momentos hay un profesor del centro en cuarentena preventiva por contacto de COVID, pero que no está relacionado con el brote del bar localizado en el barrio de San Francisco de Puebla.

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