Tres comarcas forestales de Zamora figuran entre las muestreadas para los trabajos de campo del primer censo genético del oso parto cantábrico. Las comunidades autónomas de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León, en coordinación con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), han finalizado esta fase que ahora continuará con los trabajos de individualización genética por la Universidad Autónoma de Barcelona y los estudios de conectividad y parentesco por el Instituto de Biología Evolutiva-CSIC. Todo ello bajo el asesoramiento metodológico, tratamiento de datos y análisis de la estima poblacional por el Instituto de Recursos Cinegéticos IREC-CSIC.

En Castilla y León el trabajo de campo ha supuesto la implicación durante cuatro meses de más de 150 personas, entre ingenieros forestales, ingenieros de montes, biólogos, agentes medioambientales, celadores de medio ambiente y patrullas oso de la Junta, con la colaboración de la Fundación Oso Pardo, que han recorrido más de 4.500 kilómetros de 26 comarcas forestales de las provincias de Zamora, León, Palencia y Burgos.

Ayer se celebró, por videoconferencia, una reunión del grupo de trabajo de oso pardo cantábrico para poner en común los trabajos desarrollados hasta la fecha por las comunidades autónomas en relación con el primer censo genético de oso pardo cantábrico.

Prospecciones

En concreto, en Castilla y León el trabajo se ha desarrollado sobre las cuatro provincias que comparten el territorio del oso pardo, con 3 comarcas muestreadas en Zamora, 2 en Burgos, 16 en León y 5 en Palencia, y habiéndose obtenido, a priori, indicios de presencia de oso pardo en todas ellas, incluidas las provincias de Zamora y Burgos, lo que resulta de gran interés.

Respecto del número de cuadrículas muestreadas, de las 292 cuadrículas prospectadas, en 136 cuadrículas se han recogido indicios de presencia de oso pardo, con 69 cuadrículas con presencia en la subpoblación occidental y 67 cuadrículas en la subpoblación oriental. Con todo ello, la superficie final muestreada ha sido de 730.000 hectáreas, con más de 4.500 kilómetros realizados a pie en su práctica totalidad, para un resultado final, en Castilla y León, de 914 muestras recogidas (620 excrementos y 294 muestras de pelo).

El trabajo de campo en Castilla y León ha sido ejecutado, entre el 15 de agosto y el 15 de diciembre de 2020, por los agentes medioambientales y celadores de medio ambiente de la Junta, así como por los miembros de las patrullas oso de la Fundación del Patrimonio Natural. Todas las muestras recogidas en Castilla y León ya se han remitido a la Autónoma de Barcelona, que procederá a la individualización genética mediante técnicas genómicas basadas en SNPs.