El Ayuntamiento de Tábara ha puesto a la venta las parcelas del polígono industrial “La Chana”, un ambicioso proyecto para el desarrollo de la villa y de toda la tierra tabaresa que comenzó a fraguarse en septiembre de 2006 y que entre licitaciones, adjudicaciones, ejecución y crisis económicas sigue sin actividad 15 años después.

La iniciativa nació con grandes expectativas al situarse en un cruce de caminos en el noroeste peninsular, a 44 kilómetros de Zamora, 86 de Braganza, 38 de Benavente, 101 de Tordesillas y 297 de Oporto.

En febrero de 2020 el presidente de la Diputación de Zamora, Francisco Requejo, visitaba el polígono junto al alcalde, el socialista Antonio Juarez Núñez, prometiéndole la ayuda de la institución provincial para su puesta en marcha.

El polígono de “La Chana” se ubica junto a la carretera nacional N-631, justamente en la margen izquierda de la conocida como carretera de “Puente Quintos” de Tábara a La Tabla por Faramontanos, con lo cual el acceso para entrada y salida de vehículos pesados está garantizado.

Carlos Andrés García fue el ingeniero autor del proyecto técnico encargado por el ayuntamiento, entonces presidido por el alcalde popular José Ramos San Primitivo, que establecía un presupuesto base de licitación para su ejecución mediante contrata en 1.187.756 euros.

La villa ha perdido una cuarta parte de su población desde que se redactó el proyecto

En total ocupa una superficie de 54.981 metros cuadrados y de ellos con destino a usos industriales 29.701,77 que están divididos en 32 parcelas diferentes. La previsión inicial era que 31 de ellas fueran para los promotores empresariales interesados en ellas y la otra de 1.896,46 metros cuadrados para el propio ayuntamiento.

Las alternativas de edificación a tenor del proyecto serían tres diferentes: las denominadas de “equipamiento” con unas parcela mínimas de 1.000 metros cuadrados; las “aisladas” con solares de un mínimo de 600 metros y las llamadas “adosadas”.

Parte importante es el sistema viario con 15.329,98 metros cuadrados de viales que se distribuyen en seis calles con cuatro tipos de sección diferentes, más 274 plazas de aparcamiento que ocuparían 2.770 metros cuadrados. El proyecto incluía la habilitación de una semi rotonda para que los vehículos que circulan en la dirección natural de la carretera ZA-1223 de Tábara a Faramontanos puedan cruzar al polígono industrial situado en la otra margen de la calzada.

El Ayuntamiento de Tábara afrontó la primera fase con fondos de los “planes provinciales” que reparte la Diputación a los municipios, y la institución provincial realizó la segunda con una inversión de 111.000 euros. Posteriormente se hizo la tercera fase presupuestada en 780.948 euros. El 25 de enero de 2012 se adjudicó en 615.839 euros a la UTE “Ruiconsa & Mestolaya” la cuarta fase financiada por el Programa Operativa de Cooperación de España y Portugal .

Plano de la distribución de las 32 parcelas del polígono industrial

En el verano de 2012 se aprobó en pleno la quinta fase del proyecto en 165.108,51 euros, que realizó la empresa Arcebansa con un coste de 125.829 euros cofinanciados vía “Distrans”. La idea entonces era que estuviera terminado el 31 de diciembre de 2012 y comenzar la venta de parcelas en 2013. Durante más de ocho años ha estado todo paralizado.

En febrero de 2018 los amigos de lo ajeno se cebaron con el polígono industrial de “La Chana” de Tábara llevándose como botín todo el cableado de cobre, algo que hicieron con total impunidad al situarse la infraestructura pública en pleno campo y aislada para actuar durante la noche.

La villa tabaresa con 740 habitantes (372 hombres y 368 mujeres) es la segunda localidad de la comarca natural de Aliste, Tábara y Alba en cuanto a importancia demográfica, solamente por detrás de Alcañices. Elo no la libra de sufrir la sangría de decrecimiento vegetativo que desde los años sesenta del pasado siglo XX sufre la zona oeste de la provincia de Zamora.

El polígono industrial de “La Chana” nació, ese era su objetivo, para atraer y asentar empresas, crear empleo y fijar población, algo que no se ha conseguido, de momento, pues sigue sin abrirse, una larga espera que puede llegar pronto a su final. Desde el otoño de 2006 en que surgió la idea la Villa de Tábara ha perdido un total de 225 habitantes, pues hace quince años había 965 empadronados.

En el mes de febrero de 2018 fue robado todo el cableado de cobre del recinto abandonado

Atrás, hace ya más de setenta años, queda el glorioso año 1960 cuando la villa tabaresa sumaba 1.699 vecinos. Tras abrir el siglo XX con 1.018 residentes, en la primera década vivió su mayor incremento poblacional, 450 personas, que le subieron a 1.468 allá por 1911. Se vivió un serio retroceso los dos lustros siguientes y en 1920 sólo quedaban 1.240 residentes. La siguiente década comenzó de nuevo la recuperación con 1.525 en la Segunda República y 1559 nada más finalizar la Guerra Civil.

Vecinos de Tábara se muestran esperanzados con la apertura y puesta en marcha del polígono, no sin una dosis de realismo pesimista: “Es una iniciativa muy buena, pero cada año que ha pasado sin abrirse ha sido un duro revés”. Y tiran de refranero popular –“nunca es tarde si la dicha es buena”– para luego sentenciar que “En estos años hubo empresarios locales interesados, pero el tiempo no pasa en balde, unos han dejado la actividad por jubilación y otros se fueron a Benavente y Zamora. Primero fue la crisis de la construcción y ahora la de la pandemia del coronavirus. Ni antes estaba ni ahora va a estar fácil para muchas inversiones, aunque, eso sí, deben apoyar el asentamiento de industrias, casi diríamos que si crean empleo y riqueza hasta regalándole las parcelas o dándolas a precios módicos”.

El apoyo vecinal es total al polígono industrial de La Chana pues dentro de la crítica situación de despoblación rural Tábara sigue siendo uno de los pueblos que puede sobrevivir y fomentar el asentamiento de empresas.