Otras cuatro viviendas y un garaje han recibido la visita de los amigos de lo ajeno, en Riego de Lomba, en el municipio sanabrés de Cobreros. Se elevan a 7 el número de inmuebles afectados desde el mes de diciembre, tras los tres primeros robos detectados el pasado mes. A medida que pasan los días vecinos y propietarios han ido contabilizando las segundas residencias que han sido forzadas en un pueblo relativamente pequeño.

En una de las viviendas entraron arrancando una reja y entrando por la puerta, en un garaje entraron por la ventana y en otra tercera vivienda intentaron doblar una chapa pero no pudieron acceder al interior.

Otra de casa algo más retirada también ha sufrido el asalto con robo de algún material y herramienta de obra, aunque en este caso ya ha registrado otros robos anteriores, donde incluso se llegó a sustraer una bomba para abastecimiento. En uno de esos robos anteriores, el propietario encontró una bolsa con latas de cerveza llenas que le llamó la atención pero no entró en la finca y solo miró desde fuera.

En uno de esos asaltos anteriores se llevaron ropa, una cocina grande e incluso juguetes, como un balancín con forma de caballo grande. “Parecía que querían montar una casa” –cuenta el propietario- con el ajuar ajeno. En estos casos es mejor “dar parte al seguro aunque los estés viendo porque si les das un palo puedes tener un problema grave”.

La falta de vecinos en los pueblos está generando estas situaciones “donde es más difícil garantizar el cuidado” y la vigilancia.

Los asaltantes se están aprovechando de las viviendas más apartadas y con entradas o accesos menos visibles a la vía pública y que menos llaman la atención, de ahí que se vayan descubriendo progresivamente los robos.

En relación a los autores de los robos aumenta la sospecha vecinal de que no son ajenos a la zona. De momento ya hay vecinos alerta cada vez que se oye ladrar a los perros.