Las bajas temperaturas han conseguido congelar el Tera. La superficie del río se ha convertido en una espesa capa sólida no solo en los tramos más altos, como el Naval del Pozo, en Ribadelago, sino también aguas abajo, más allá del Lago de Sanabria, como por ejemplo en el tramo urbano del río a su paso por Puebla de Sanabria, donde la dureza del hielo permitía ayer a algunos vecinos caminar sobre el Tera y lanzar piedras que no lograban romper la firme capa transparente. La Laguna de Sotillo también está completamente congelada y cubierta de nieve.

El Tera congelado a su paso por Puebla. A. S.

Un hombre camina sobre el río Tera. A. S.

El Naval del Pozo, en Ribadelago, congelado. A. S.

En el sur de la provincia, donde Filomena dejó la mayor cantidad de nieve, las bajas temperaturas están dificultando su retirada de carreteras y calles. La carretera ZA-604 entre La Bóveda de Toro y Fuentelapeña ayer permanecía cerrada para camiones, vehículos articulados y autobuses, y el resto de vehículos solo podían circular con cadenas, que eran obligatorias. Entre La Bóveda y Venialbo estaba permitido el paso con precaución, lo mismo que en la carretera ZA-602 en El Maderal.

La carretera de El Pego tras el nevazo. E. A.

Un viñedo nevado en El Pego. E. A.

En los pueblos, algunos ayuntamientos como el de El Pego continuaban esparciendo sal para acabar con los restos del nevazo. El alcalde, Eduardo Aparicio, explicaba que la mayor parte del casco urbano quedó limpio el domingo, pero el miércoles aún se aplicaba nieve sobre algunas zonas de umbría donde la nieve no había desaparecido, con especial atención a las zonas más transitadas.

El Ayuntamiento de El Pego esparce sal por las calles. E. A.