El Ayuntamiento de Bermillo ha rechazado la petición de una moratoria en la tramitación del cambio de normas urbanísticas supeditada a la realización de una consulta popular sobre el proyecto de energía eólica que está proyectado en los términos de Bermillo, Muga y Almeida de Sayago. La moción presentada por el PSOE en el último pleno de Bermillo de Sayago fue rechazada por mayoría de cuatro concejales del PP (un quinto se abstuvo) y uno de Ciudadanos.

La petición socialista está respaldada por Ecologistas en Acción que ha alertado sobre las consecuencias del cambio de normas urbanísticas en el Ayuntamiento de Bermillo para poder llevar adelante el proyecto. La modificación puntual de las normas “pretende cambiar los usos del suelo rústico con protección natural y del suelo rústico común que representan el 90% del territorio municipal” advierte Ecologistas en Acción, que el pasado mes de noviembre solicitó personarse en este trámite, sin obtener respuesta por parte del Ayuntamiento.

Ecologistas y la concejala del PSOE en Bermillo, Cristina Zelich, advierten de las intenciones del equipo de gobierno del PP, presido por el alcalde Raúl Rodríguez, al “posibilitar el uso industrial del suelo rústico para la instalación de un megaproyecto de energía eólica por parte de la empresa belga WindVision”. Y cuestiona que los vecinos “carecen de información en profundidad sobre los impactos negativos del proyecto”.

Tras confirmar que “Bermillo no va a dejar escapar esta inversión”, en declaraciones a este diario el alcalde popular ha recordado que el PSOE “votó en su momento a favor del proyecto; que se aclaren, no se puede estar en misa y repicando”. Raúl Rodríguez precisa que uno de los ayuntamientos incluidos en este complejo eólico es socialista –en referencia a Almeida de Sayago–, “y lo apoya claramente porque los pueblos no podemos oponernos al desarrollo”.

El alcalde de Bermillo llama la “tranquilidad” sobre el impacto negativo que puede tener la instalación de los molinos a lo largo del término municipal –“60 torres de más de 200 metros de altura”, precisa Ecologistas –. “El plan estratégico que se está elaborando va a determinar claramente lo que se puede o no se puede hacer y la Junta velará por el respeto de la legalidad medioambiental”.

Sobre el cuestionamiento de la modificación de las normas a lo largo del 90% del territorio municipal, el alcalde de Bermillo precisa que “eso no significa que se vaya a inundar todo de molinos, ese plan estratégico nos va a decir dónde y cuántos”. Raúl Rodríguez defiende sin ambages el megaproyecto energético promovido por la sociedad belga WindVision, con una inversión de 350 millones de euros y cuya construcción está a partir de 2022 y en 2024 la generación de energía, como anunciaron representantes de la propia empresa durante la presentación pública del proyecto, en mayo de 2019 en Bermillo. Un plazo que podría demorarse como consecuencia de la modificación de las normas urbanísticas de Bermillo que, según el alcalde, han provocado un retraso de ocho meses. “No podemos ir poniendo chinitas a una inversión que será buena para Bermillo y la comarca; no estamos como para rechazar nada, no queremos que se nos vaya y no estamos para provocar más retrasos” argumenta el alcalde a la hora de rechazar la moratoria pedida por el PSOE.

Los socialistas creen que los vecinos carecen de información “en profundidad”

El Ayuntamiento de Bermillo ya está ingresando un canon de 37.000 euros anuales en cumplimiento del convenio firmado con la empresa belga. Cuando entre en funcionamiento el parque, el canon por generador es de 5.000 euros anuales, como en su día anunciaron los alcaldes sayagueses.

TEMOR A LA CONTAMINACIÓN LUMÍNICA DESDE EL OBSERVATORIO

El proyecto de generación de energía eólica de Sayago consta de 66 turbinas, con una capacidad de 4,5 megavatios y unos 300 megavatios finales, distribuidos en seis grupos de 50 megavatios. De acuerdo con los datos expuestos en el acto informativo celebrado el mes de mayo de 2019, cada parque cuenta con 11 máquinas y el conjunto generará “650 megavatios hora anuales, que evitarán la emisión de 240.000 toneladas de C02, que es lo que suelen producir 170.000 coches al año”. La máquina –el molino eólico– “tendrá 160 metros en su longitud máxima, 120 metros hasta donde despuntan las palas y 160 con éstas extendidas”. Aunque la distribución de los molinos eólicos es provisional, “se han dispuesto conforme al recurso y teniendo en cuenta los núcleos de población porque no pueden estar a menos de 500 metros de un núcleo de población o de una vivienda. También se ha tenido en cuenta el no afectar las charcas”. Igualmente se tienen en consideración las líneas de alta tensión que recorren el territorio, tres de 400 y 2 de 250 kilovoltios, a las que se conectará desde la subestación que se levantará en Muga. El estudio de la zona comenzó en el año 2011 con la instalación de las torres de medición. Respecto al impacto labora, la estimación es que durante las diferentes fases de la implantación dé empleo a unos 300 trabajadores y ocupe a una docena de operarios fija en las labores de mantenimiento durante los 25 años de concesión.