Los Reyes Magos se han adelantado en El Pego. Acaban de llegar con una tienda bajo el brazo. El pueblo, que estaba huérfano de este servicio desde que el pasado verano cerró el último comercio de alimentación por jubilación y la panadería hace más de un año, vio de nuevo la luz cuando se enteró de que una de sus vecinas, Mari Carmen Ramos, tomaría el testigo abriendo su propio negocio.

“Estábamos esperando como agua de mayo” se sinceraba ayer una señora a la puerta de la nueva tienda. Fue enterarse de que ayer, tras un mes de espera, habían conseguido la conexión eléctrica y empezar a arremolinarse personas para felicitar a sus hasta ese momento angustiados propietarios. Mari Carmen y su marido Diego Riesco no acababan de creerse que el operario de la empresa eléctrica por fin cumplía con el último escollo que debían superar para poder abrir el establecimiento.

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Y El Pego vio la luz al iluminarse su único y nuevo comercio Nico Rodríguez

“Pensábamos empezar en el puente de la Constitución y nos hemos metido en la Navidad; nos lo han hecho pasar muy mal por la puñetera burocracia, pero ahora hay que mirar hacia adelante” expresaba emocionado el agricultor después de fundirse en un abrazo con su mujer. Porque ayer Mari Carmen veía cumplido su sueño de tener su propia tienda de alimentación y satisfacía el deseo de unas vecinas que esperaban ansiosas la oportunidad de abastecerse al lado de casa.

Mari Carmen recibe la felicitación de los vecinos | Nico Rodríguez

“Ya era hora, el pueblo estaba revolucionado, no nos hemos manifestado de milagro” confesaba una señora en “La tienda de Mari”, que así se llamará el nuevo negocio que abrirá sus puertas el lunes. “Por fin vemos la luz al final del túnel” lanzaba Diego a sus amigos en el grupo de Whatsapp. “¡Te ha tocado el gordo!” contestaba uno. Pero a juzgar por la respuesta vecinal parece que el agraciado es todo un pueblo.

“Ahora que todo se está cerrando, yo abro. Voy a contracorriente” expresaba la nueva tendera pletórica y con toda la ilusión del mundo. No le faltan ni ganas ni la experiencia acumulada durante años en un supermercado de su pueblo, La Bóveda. Por eso cuando El Pego se quedó sin el tradicional colmado Mari Carmen decidió que era su momento. “Dije, malo ha de ser que esto no salga adelante con los vecinos que estamos en el pueblo y los que vienen en fin de semana y vacaciones”.

No le ha faltado el apoyo incondicional de su marido, del propio Ayuntamiento y el ánimo de un vecindario que no se hacía a la idea de no tener una tienda a la puerta de casa donde abastecerse un poco de todo, como ha sido toda la vida.

El operario ultima la conexión mientras Mari Carmen y Diego esperan a la puerta. | Nico Rodríguez

Mari Carmen aprovechó un local de la familia frente al Ayuntamiento y el Consultorio y comenzaron las obras al final del verano. Todo iba rodado, “el alcalde nos ha facilitado todo, en la Junta también, incluso me han aprobado una ayuda como mujer emprendedora en el medio rural”. Las estanterías se fueron llenando poco a poco, instalando las cámaras, registrando precios. “Si ves la ilusión que este proyecto ha creado en el pueblo, sobre todo en la gente mayor” cuenta Diego.

Como en los mejores cuentos navideños, Mari Carmen y Diego ayer escribían el final feliz con la definitiva apertura de su tienda. “En estos tiempos tan tristes, con la pandemia, los cierres de negocios, en El Pego vemos un rayo de esperanza, este pueblo tiene mucha vida todavía” contaba la empresaria. “¡El lunes se abre!” contestaba Mari Carmen a todos los vecinos que iban pasando por la tienda. No hay tiempo que perder. Llegarán los yogures, la charcutería, los congelados, el pan... la luz ya permite meter todo el género y, por fin, empezar a surtir a sus vecinos.