El río Tera dio ayer un aviso serio entrando en algunos edificios del casco urbano de Ribadelago Viejo en ambas márgenes, además de anegar todas las tierras entre la Retuerta y Seoane e inundar algunas casetas de herramientas, corrales domésticos y garajes en el camino de la Retuerta. El agua que llegó a ocupar algunos tramos de la carretera ZA-102 entre Ribadealgo Nuevo y el pueblo viejo quedó cortada al tráfico sobre las dos de la tarde, aunque a esas horas ya había bajado el caudal unos 20 centímetros.

Una vecina pasea con su perro por una calle inundada en Porto. | Araceli Saavedra

La estación aforadora de Confederación Hidrográfica del Duero registraba un caudal de 183,03 metros cúbicos por segundo a las dos de la tarde y una altura de 2,93 metros para descender a 2,84 metros y reducir el caudal a 161,16 metros cúbicos por segundo, según los datos del Sistema Automático de Información del Duero. Respecto al día anterior el caudal era de 38,16 metros cúbicos por segundo y un nivel de 2,14 metros. En cuanto a los datos pluviométricos registrados ayer fueron de 20,9 litros por metro cuadrado. La CHD mantuvo el estado de alerta a lo largo del día.

El río Tera avanza con furia. | Araceli Saavedra

El río Bibey, en la Alta Sanabria, también despertó con furia y una crecida considerable a su paso por Porto saltando los muros del río y anegando el parque infantil y el ferial además del entorno urbano del entorno urbano de Veiro Río.

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El deshielo en Sanabria deja estas impresionantes imágenes Cedidas

La peor mezcla que se podía esperar bajó por el valle del Tera y el valle del Bibey. La nieve acumulada en la Sierra Segundera desde el pasado fin de semana, temperaturas de entre 9 y 12 grados y una lluvia intensa desde la tarde del jueves y hasta la mañana produjeron el aumento de caudal de los ríos. Entre las ocho de y las 10 de la mañana los vecinos miraron con preocupación la crecida que a esas horas alcanzaba la máxima altura cubriendo prácticamente los dos ojos del puente nuevo. La estación pluviométrica de Ribadelago registraba 76 litros por metro cuadrado en el día de ayer, sumados a los 42,4 litros por metro cuadrado del miércoles.

El río Tera casi supera el puente de Ribadelago | Araceli_Saavedra

En el casco urbano de Ribadelago Fidel Puente e Isabel España miraban desde su balcón la crecida del Tera, controlado por una puerta metálica que evita la entrada directa del agua a la calle donde viven. Pese a ellos el agua entró unos 15 centímetros en los tres garajes que hay en la calle en la margen derecha, también cortó el acceso al barrio contiguo. En la margen izquierda, el agua entró unos centímetros al bar de Manolo, que permanecía cerrado, y al corral de la casa colindante. Susto pero no disgusto.

Corte de la carretera entre Ribadelago y Ribadelago Viejo. | Araceli Saavedra

Luis Otero fue de los pocos vecinos que, con traje de pesca, entró hasta el garaje en la retuerta donde tenía el tractor, un coche y las gallinas. El agua le cubría a la altura del estómago. Dos gallinas se ahogaron al bajar del palo donde duermen al nido para hacer la puesta. Todavía era pronto para hacer balance, porque era peligroso acercarse a las construcciones auxiliares.

El río llevaba corriente en varios puntos arrastrando la tierra de las huertas corriente abajo, derribando tramos de vallas y alambradas, anegando manzanos y ahogando berzas. La calle de acceso al camino del Cañón del Tera amaneció cortada por el agua. Precisamente ese fue el tramo del río, entre el Naval del Pozo y el casco urbano donde más vegetación se cortó en el último año.

La carretera entre Ribadelago y Ribadelago Viejo. | Araceli Saavedra

Las quejas se repitieron a lo largo de la mañana por la falta de limpieza del río entre el pueblo nuevo y la desembocadura del Tera en el Lago. “Han limpiado a capricho” y sin tener en cuenta los riesgos.

Casi dos metros alcanzó el agua en el paseo del Tera y quedó retenida gracias al muro de contención y a que aflojó la lluvia y evitó que el caudal siguiera ascendiendo, casi a las dos de la tarde. En el lado contrario, la pista de deportes se asemejaba a una piscina descubierta.

Los daños en Porto se concentraron en la caseta de los servicios públicos junto al río, en un almacén junto al recinto ferial, y el parque infantil que quedó medio cubierto por el agua. Los torrentes de agua que atraviesan la localidad. El hecho de que el embalse de San Sebastián estuviera en mínimos “ha sido una suerte” comentaba la concejala Ana María Rodríguez porque la evacuación fue rápida por el cauce. En el barrio del Pelgo, en esta ocasión, el agua no entró a ninguna edificación. Sobre las dos de la tarde el agua comenzó a descender dejando visible la carretera del ferial y las piedras que arrastró la corriente.

El lago cubre el paseo. | Araceli Saavedra

En la carretera ZA-102 el equipo de mantenimiento de Fomento tuvo que abrir y desatascar rejillas porque el agua invadió la carretera en varias zonas y además de algunas piedras se registró un pequeño desprendimiento en el tramo ourensano a la altura de Pradorramisquedo, señalizado para evitar accidentes. El camión de los comestibles no tuvo problemas para acceder hasta la villa portexa. Tanto el río Bibey como el Arroyo de Valdesirgas presentaban un aspecto imponente por el caudal embravecido. A las seis de la mañana los datos del SAIH del Miño registraban 126,68 metros cúbicos por segundo en el río Bibey y una altura entre 2.03 y 2.05 metros, el caudal más alto del día para mantenerse con oscilaciones por encima de los 100 hasta casi la una de la tarde.

La imagen navideña e invernal de la sierra se borró ayer con una temporal que nadie esperaba y que cogió descuidados a los vecinos.

El proceso de deshielo remite en Porto de Sanabria

El proceso de deshielo remite en Porto de Sanabria Carla Patricia Dubón