La iglesia de Sarracín de Aliste “no aguantará un invierno más en pie, sin venirse a abajo”. Así lo aseguran los propios feligreses de la parroquia de “San Miguel Arcángel” al ver que el deterioro galopante que sufre ha llevado en los últimos meses a parte de las vigas que superan la pesada cubierta a separarse hasta prácticamente salirse de las paredes laterales que la sujetan.

La incertidumbre se cierne sobre una iglesia donde cualquiera de las dos soluciones barajadas para su restauración no están exentas de cierto riesgo con el invierno a la vuelta de la esquina: “esperar a iniciar las obras a la primavera podría ser demasiado tarde, e iniciarlas ahora una temeridad pues hay que quitar toda la techumbre para hacerla nueva y obligatoriamente supondría dejar a la intemperie el interior del templo lo cual incrementaría el deterioro”.

La situación es de tal gravedad que hay vecinos que incluso se adelantan a los acontecimientos y vaticinan que “como el invierno sea de muchas precipitaciones el tejado no aguantaría el peso de una fuerte nevada”.

Vista del templo de Sarracín de Aliste. | Ch.S.

Mientras templos como el construido por la Orden Tercera de San Francisco en Alcañices, hoy Santuario Mariano de Peregrinación de Nuestra Señora la Virgen de la Salud, cumplirán en 2042 sus cinco siglos de vida (se levantó hacia 1542), la iglesia de Sarracín a duras penas aguanta con solo 63 años. Inaugurada en 1961, se construyó a lo largo de 1963 y el tiempo ha demostrado que “fue una auténtica chapuza” dicen, e incluso hay vecinos creen que “lo mejor es que se viniera abajo y hacerla nueva”.

La iglesia de Sarracín formó parte del triángulo de las “Iglesias del Cura”, junto a la de Valer y Mellanes, construidas por un sacerdote que tras dejar los hábitos se dedicó a constructor y los tres pueblos pagaron sus experimentos y recortes interesados. Un peón de aquellas obras, M. S. V. recuerda en uno de dichos pueblos: “Era un desatino, venía un camión cargado de cemento de Zamora y acto seguido venía el cura y se llevaba gran parte en su coche, luego nos decía que le echáramos más arena para que diera para más y así quedaron las cosas. Además la arena era mala, de río y de las escorrentías de los caminos, que habían traído los vecinos con su propios carros”.

Obispado de Zamora y Diputacion pondrán 160.000 euros para la restauración

El 7 d abril de 2019 la iglesia de San Miguel de Sarracín fue cerrada al culto temporalmente dado que celebrar en ella misas, rosarios, bodas, bautizos o funerales era un auténtico peligro y ni mucho menos ofrecía garantías para la vida del cura y feligreses. Primero se vio que el tejado cedía y al liberar el bajo techo se descubrió que algunas vigas se estaban saliendo de su anclaje en los muros de carga.

Una de las últimas restauraciones, siempre según los vecinos, se hicieron unas mejoras donde “fue peor el remedio que la enfermedad. El tejado era de uralita, se dejo tal cual, se echó sobre él una capa de “hormigón, y encima se puso la teja. De esta manera se creó una capa uniforme para evitar goteras y humedades. El problema fue que la techumbre no estaba preparada para aguantar aún más peso.

El Obispado de Zamora incluso llegó a iniciar la obras pero al descubrir el bajo techo se vio que la situación era más grave de lo que parecía y se pararon las obras.

Fue entonces cuando el cura de la Unidad de Acción Pastoral “Valer & Sarracín” Fernando Lorenzo Martín (hoy arcipreste de Aliste) y el alcalde del Ayuntamiento de Riofrío Germán Matellán tomaron las riendas para buscar una solución a través de un convenio entre el Obispado de Zamora y Diputación Provincial. algo ahora conseguido

En un principio se calculó que serían necesarios 120.000 euros para recuperar la iglesia de Sarracín y así fue como se acordó un convenio donde se repartirían la cofinanciación al 50%: cada uno aportaría 60.000 euros. A los pocos días ya se conocía que ese dinero no llegaría y habría que llegar como mínimo a los 130.000 euros.

Llegado el presente otoño por fin se ha firmado el convenio y la cantidad asciende a 160.000 euros.

LAS HUERTAS DEL CURA DE SARRACÍN Y RIOFRÍO VAN AL USO PÚBLICO

De momento los actos religiosos se mantendrán en el “Centro Social” de Sarracín, que comparte la mitad del antiguo salón de baile” con la cocina del comedor social de la tercera edad.

Aunque es pequeño no hay problemas con el aforo pues, salvo casos excepcionales como un funeral o las fiestas de San Miguel o San Antonio, la asistencia de feligreses desde la llegada del coronavirus es baja y difícilmente alcanza las 10 o 15 personas.

El municipio de Riofrío integrado por cuatro pueblos cuenta con la particularidad de que pertenecen históricamente a dos diócesis diferentes: Sarracín y Cabañas a Zamora (antes a Compostela) y Abejera de Tábara y Riofrío a la de Astorga.

El sobrepeso de la vieja techumbre con uralitas, homigón y tejado doblega las vigas

En este último caso existe un documento en el Archivo Diocesano de Astorga, de fecha 30 de junio de 1560, donde mediante poder el clérigo de la diócesis de Sigüenza (Guadalajara) Pedro Soria pedía el Beneficio Curado de Riofrío y Abejera a Pedro Pimentel entonces Marqués de Tábara, tras fallecer el anterior cura Juan de Ledesma.

La mayoría de las iglesias del municipio son “nuevas”. La de “San Pedro” de Riofrío fue inaugurada y abierta al culto el día 4 de abril de 1978, construida totalmente nueva, tras quemarse la antigua en un incendio la noche del 15 de agosto de 1969. Por su parte la iglesia de la Virgen de la Asunción de Cabañas fue construida en 1946. La de “La natividad” de Abejera se restauró el pasado año,,

Tras quedarse las parroquias de Riofrío y Sarracín sin curas residentes, en los últimos años el Ayuntamiento ha afrontado con fondos propios, y con ambos obispados, la compra de varias de su propiedades para destinarlas a uso público en favor de la comunidad.

En el caso de Riofrío se ha adquirido la conocida como “Huerta del Cura”, una de las mejores fincas urbanas, junto al cauce del río Frío, así como otras tres propiedades.

En el pueblo de Abejera de Tábara la “Hurta del Cura”, al no lindar con ninguna propiedad pública de interés, como calles o plazas, el Obispado de Astorga la vendió a un vecino. Por su parte el Obispado de Zamora le vendió en 2018 la “Huerta del Cura” a Sarracín de Aliste por 53.000 euros y en ella se ha habilitado la nueva Plaza Mayor.