El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, ha participado por videoconferencia en el Consejo Consultivo que ha presidido el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, previo al Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea que se celebrará el lunes 16 de noviembre, y posteriormente en la Conferencia Sectorial.

Carnero ha señalado que “es importante destacar la necesidad de que la Comisión analice muy detalladamente la evolución de la carne de vacuno, y se vean posibilidades de actuaciones en materia de regulación del mercado para este sector”. “Los ganaderos”, ha añadido el consejero, “están sufriendo un progresivo deterioro de sus ingresos, que les afecta a sus rentas, motivado por la reducción de los precios percibidos. En los últimos años la pérdida es superior al 20%”.

Actualmente las cotizaciones de terneros/as están en niveles mínimos, en torno a unos 200 euros/100 kg vivo, muy por debajo de los cerca de 270 euros a los que cotizaba. Esta reducción se ha visto acelerada por las restricciones de la Covid-19, hasta la situación de llegar a los actuales niveles mínimos de precios. La situación de precios está arrastrando también de manera directa a los ganaderos de vacas nodrizas.

Relativo a las negociaciones con el Parlamento, para acercar posiciones, las cuestiones medioambientales son clave en las negociaciones. Y este apartado va a tener reflejo tanto en las ayudas del primer pilar (pagos directos) como en las ayudas del segundo pilar (desarrollo rural). No se debe perder de vista que el objetivo fundamental de la PAC es que el sistema productivo agroalimentario europeo se mantenga, por múltiples argumentos (garantizar el suministro de alimentos, permitir que las familias mantengan su forma de supervivencia con la actividad agrícola y ganadera, evitar el despoblamiento de las áreas rurales, y por supuesto la actividad sostenible con el medio ambiente).

Por lo tanto, desde Castilla y León, se sigue insistiendo tanto al Consejo como al Parlamento que se evite polarizar las grandes decisiones a un solo componente (el medioambiental). La Comunidad sigue defendiendo que el componente de apoyo a la renta debe ser máximo, no dedicando más del 20% de los pagos directos del primer pilar a los ecoesquemas