La crisis sanitaria global originada por la pandemia el coronavirus ha generado un “efecto llamada” hacia los pueblos. Muchos emigrantes han dejado las ciudades para volver a sus pueblos de origen, especialmente los que ya han alcanzado la tercera edad y no están sujetos a un puesto de trabajo. Ya era habitual que estos jubilados repartieran sus días entre la urbe –donde pasaban sobre todo el otoño y el invierno– y el mundo rural –para la primavera y el verano–. Pero ya pasó el puente de Todos los Santos y muchos se han quedado a pasar el invierno en los pueblos de Zamora, donde el riesgo de contagio es menor que en algunas capitales y un posible confinamiento algo más llevadero en las casas rurales.

Un buen ejemplo de lo que está sucediendo en este 2020 es la villa de Carbajales Alba, que cerraba el año 2019 con 525 habitantes empadronados, y en los últimos meses ha sumado más de cien empadronados, un crecimiento sin precedentes en las últimas décadas.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, al finalizar 2019 vivían en Carbajales 226 varones y 259 mujeres. La mayor parte de la población carbajalina pertenece a la tercera edad (276 personas superan los 65 años, y de ellas 129 ya pasan de los 80). En 1950 la población de Carbajales superaba los 1.400 habitantes, pero el éxodo rural provocó una sangría migratoria que llevó al municipio a perder población, año tras año, hasta el 2020. Los datos sobre empadronados nacidos en el extranjero delatan la presencia de hijos y nietos de la emigración del siglo XX, con un buen número de carbajalinos nacidos en Alemania, y otros en países como Venezuela, Cuba, Portugal, Francia o Italia.

El Ayuntamiento de Carbajales desinfectaba ayer las calles. | Ch. S.

El confinamiento durante la primera oleada del COVID-19 atrajo a Carbajales de Alba una vez finalizado el primer estado de alarma a muchos de los emigrados, y a lo largo del verano fueron muchos los que decidieron empadronarse en la villa para hacer de las casas de los pueblos su primera residencia, donde quedarse a pasar el otoño y el invierno ante los augurios de una segunda ola y un nuevo confinamiento, que se están cumpliendo.

De esta manera de los 525 inscritos en el padrón a 31 de diciembre de 2019 se ha pasado en noviembre de a superar la barrera de los 600 habitantes, concretamente con el empadronamiento de tres jóvenes el viernes se llegaba a 627. La última vez que Carbajales supero los 600 fue en el año 2013 con 622 vecinos residentes.

Un matrimonio de jubilados sentencia: “Somos muy mayores y un nuevo confinamiento en la ciudad donde hemos vivido hasta ahora acabaría con nosotros, por eso nos quedarmos ya definitivamente el el pueblo y aquí nos hemos empadronado”.

La Corporación Municipal del Ayuntamiento de Carbajales de Alba ha optado por la adquisición con carácter de urgencia de equipos y material para proceder a la desinfección de todos los lugares del entorno urbano más susceptibles de producir contagios de coronavirus. La máquina con capacidad para 100 litros y una manguera de 15 metros permite actuar en cada rincón.

La villa de Carbajales de Alba se mantuvo durante alrededor de siete meses sin ningún contagio hasta llegar el brote de coronavirus de los últimos días con 29 positivos, 25 de ellos en el el centro de Asprosub, más otros cuatro vecinos y que ya está remitiendo. Dentro de la gravedad de la situación y la alarma social creada en un primer momento, según se informa, no hubo casos “muy graves” y se evitó lo que más se temía que se trasmitiera a otros lugares con mucha gente.

DESINFECCIONES DIARIAS DEL CENTRO DE ASPROSUB Y LAS CALLES

En la periferia urbana de “La Era”, a la vera de la carretera ZA-P-1405 de Zamora a Mahide por Carbajales, e ubican colindantes con Asprosub el colegio comarcal “Ignacio Sardá” con 23 alumnos de Educación Infantil y Primaria, y la tercera edad “Virgen de Árboles”, de Cáritas, con 55 residentes mayores y de alto riesgo de contagio. También se encuentra en ese paraje el centro de salud que sirve a la Zona Básica de Salud de Tierra de Alba, con unas 1.790 tarjetas sanitarias. Asimismo, en la zona se emplaza el puesto de la Guardia Civil.

La desinfección del barrio se hace diariamente, cuando desciende el tránsito de personas por la vías públicas, y se encarga de hacerlo el propio alcalde Roberto Fuentes: “Tenemos un casco urbano muy grande y prefiero hacerlo yo más que nada porque conozco cada rincón del pueblo. La situación actual es mucho peor que en marzo, los vecinos y comercios tienen un comportamiento ejemplar y desde el ayuntamiento tenemos la obligación de poner todo lo que este en nuestras manos y así va a ser”.

La desinfección, diariamente, salvo los días que esta lloviendo, pues no tendría efectividad, se inicia en la zona de Asprosub y se continúa por la residencia de ancianos, centro de salud, colegio, velatorio y tiendas para continuar luego por las calles. Cuando tiene lugar algún acto religioso o funeral presta especial atención a la iglesia y el cementerio.

Vecinos de Carbajales de Alba aseveran que “el coronavirus en un gran y grave problema que nos afecta a todos, y todos somos susceptibles de contagiarnos. por ello tenemos que estar unidos y colaborar. Hemos aguantado mucho tiempo sin ningún caso positivo y el brote de Asprosub nos ha venido a recordar que nadie estamos libre porque no se sabe cuándo ni cómo viene. Por eso al conocerse el brote muchos nos autoconfinamos voluntariamente y ha dado resultado” a la vez que apoyan las iniciativas municipales de desinfección del Ayuntamiento que, además, seguirá entregará gel gratuitamente a los establecimientos para que los vecinos que acuden a ellos y quienes allí trabajan los tengan siempre a su disposición.

Otra de las medidas puestas n marcha en Carbajales de Alba es la entrada mediante tikets, de uno en uno, a los comercios para evitar las aglomeraciones.