El Ayuntamiento de Torregamones, que preside el alcalde Julio Pascual, está procediendo con personal propio y con sus escasos recursos económicos a retirar el gran vertedero de botellas aparecido en las proximidades de la carretera denominada internacional, que enlaza Zamora con Portugal por el paso fronterizo de Miranda do Douro.

El gran basurero apareció a solo “unos treinta metros” de la gran vía de comunicación, en el lugar conocido como La Mayada, en los ámbitos próximos a la desmantelada estación de combustible y en lo que se pretende convertir en un polígono empresarial si sale adelante la urbanización.

Se trata de una sorprendente acumulación de vidrio, desechada en pleno Parque Natural de Arribes del Duero y Reserva de la Biosfera, que ha pasado desapercibida durante lustros y que, al parecer, ha ido creciendo en los últimos años porque, según afirma el regidor de Torregamones “no todas las botellas son de hace mucho tiempo”.

Los operarios del Ayuntamiento arribeño están recogiendo el material y depositándolo en contenedores para que se proceda a su posterior reciclaje en la planta correspondiente. “Son botellas, botellas y botellas y habrá para llenar cinco contenedores, que llevará tres días o más de trabajo” expresa Pascual, que pone de relieve que está realizando una labor “que no es incumbencia” del Ayuntamiento.

Reprocha el comportamiento de “los guarros” que se deshicieron de los residuos en el lugar y considera que pertenecen “a varios pueblos limítrofes”.

La Alcaldía destina a la labor de recogida del gran vertedero “al personal del paro”.

El vertedero está formado por una gran cantidad de botellas de vidrio y de latas, muchas de las cuales ofrecen un estado oxidado, que se atribuyen al final de una actividad empresarial ligada a un bar.

La existencia del basurero en el corazón de un espacio protegido destacado por sus valores ornitológicos y paisajísticos, y la peligrosidad del material, es algo que ha causado una cierta indignación en la zona.