Los alistanos ríos Aliste, Frío, Cebal, Mena y Espinoso han recuperado su caudal y, juntas ya sus aguas, van ahora camino del embalse de Ricobayo tras seis largos meses en los que la mayoría de pozos y presas han llegado a secarse con los consiguientes problemas para la fauna y la flora y obviamente para las ganaderías de ovino y vacuno que son pastoreadas en extensivo en sus riberas.

Las fuertes lluvias de los últimos días, en algunos casos torrenciales, han cargado la tierra y las riberas vuelven a ver correr a todos sus ríos y arroyos, adelantándose un mes a lo que es habitual. En 2017 el río Cebal no corrió en todo el otoño, llenándose ya en febrero de 2018 tras ocho meses ausente, para secarse de nuevo en mayo.

El Frío, río nacido en la Fuente de Moya Pan en la Sierra de la Culebra –entre los términos de Sarracín de Aliste y Ferreras de Arriba– es el que se surte de más manantiales y fue el único que aguantó, su caudal en la mayor parte de su curso por Sarracín, Riofrío y Valer de Aliste hasta Gallegos del Río. Su afluente el Espinoso, que recibe aguas en el Pozo del Picaño de Valer, se secó en su totalidad desde Cabañas, por Campogrande, Bercianos y Valer allá por junio.

El río Aliste a su paso por el puente de Flores, ayer Ch. S.

El río Aliste, el más caudaloso de la comarca además de largo, dejó de correr durante la época estival y no fue hasta el pasado fin de semana cuando llegó hasta Gallegos del Río donde ya vertía a su cauce el Frío. El Cebal, procedente del Campo de Aliste, en Villarino de Cebal, y el Mena, con orígenes en Tola, camino de San Juan del Rebollar, se unieron ya también al Aliste.

Durante el periodo estival de sequía pueblos como es el caso de Flores –municipio de Gallegos del Río– aprovecharon para limpiar parte del cauce urbano, competencia del ayuntamiento, tras conceder la autorización la Confederación Hidrográfica del Duero a petición de su alcalde pedáneo, José Carlos Martín Teso, y de su concejal Bernardino Teso Martín. La limpieza afectó a la zona de Cascallera desde antes del puente de piedra, hasta la casa de los Rivera. Se trata de un tramo donde el Aliste discurre rozando en su margen izquierda las paredes de las casas.

“El río Aliste cuando llega a Flores en invierno lo hace ya con su máximo caudal, y en época de crecidas suele arrastrar maleza y piedras, por lo cual de vez en cuando es necesario hacer una limpieza ajustada a la legalidad para evitar inundaciones. Además aprovechamos para marcar una treintena de alisos que ya están secos secos y dárselos a los vecinos para que los utilicen como leña en sus cocinas y así limpiar el río”, manifiesta satisfecho el alcalde pedáneo José Martín Teso.

Labores similares se hicieron en el río Aliste en San Vicente de la Cabeza por porte del Ayuntamiento que preside Fernando González Rodríguez. La idea era continuar en Palazuelo de las Cuevas y Bercianos, el problema estuvo en que se retrasaron los permisos de la CHD y el agua se adelantó, lo que obliga a esperar al próximo verano.

En el río Frío el problema se centra en el casco urbano de Valer de Aliste, el cauce está limpio desde hace varios años en lo que respecta a grava y arrastres, sin embargo cuenta con demasiada maleza de hierba y nuevas ramas en que caso de crecida detendrán y desviarán el agua. Al ser zona urbana su limpieza es competencia del Ayuntamiento de Gallegos del Río y los vecinos llevan pidiendo todo el verano dicha actuación, pero a estas alturas sigue sin realizarse.

Limpieza del cauce el pasado verano, con el río Aliste seco Ch. S.

Con los terrenos encharcados a partir de ahora toda el agua de la lluvia que caiga irá irremediablemente a los ríos y arroyos, con lo cual se da por hecho que las grandes crecidas podrían adelantarse a noviembre y a diciembre. El mayor riesgo y peligro está en el Aliste y el Frío dado que ambos recogen las aguas de un amplio territorio tanto de las vertientes de la Sierra de la Culebra como del Campo de Aliste.

Las fuertes lluvias de la pasada semana convirtieron al día 20 de octubre en la jornada más lluviosa del siglo XXI, superando en la mayor parte del territorio los 100 litros por metro cuadrado. En la estación meteorológica María Pinta de Alcañices, que atiende Tomás Castaño Fernández, se registraron ese día un total de 108,3 litros por metro cuadrado superando el récord que ostentaba el 16 de septiembre del año 2015 con 100 litros.

Por su parte en la estación pluviométrica oficial de Fornillos de Aliste se registraron 103 litros. Cuanto más hacia el oeste más llueve: “De Fornillos a Alcañices localidades solamente separadas por unos 15 kilómetros, a lo largo de todo el año puede haber una diferencia de 200 litros”, afirma la encargada de la estación meteorológica Fornillos de Aliste.

En Fornillos, la estación registró el pasado año 567,5 litros y en lo que va de este suma ya 501,8 litros. Por su parte “María Pinta” en Alcañices registraba en 2019 un total de 1.011 litros y del uno de enero al 26 de octubre han caído 708.4. Las difrencias son notables.

Existe la creencia popular que las nubes y las tormentas que entran en Aliste por la frontera de Constantim, por el cerro de la ermita de Nuestra Señora la Virgen de la Luz, son las que más agua traen y así parece estar demostrado desde hace varias décadas. Para dar la razón a los testimonios de la tradición, los vecinos de la zona mencionan la fuerte tormenta veraniega que afectó a la zona alistana de las 23 horas del 11 de julio hasta las 7 de mañana del 12 , que dejó 20,2 litros en Alcañices, uno de los registros mas altos de España en dicho día, con más de medio centenar de rayos la mayoría en Brandilanes, Moveros y Ceadea.

En 2018 de los 91 días del otoño prácticamente la mitad estuvieron pasados por agua: 45 con precipitaciones y 46 sin ellas sumando un total de 608,3 litros por metro cuadrado, la estación otoñal más lluviosa del actual siglo XXI, superando con creces a la de 2006 cuando cayeron en total 494,6 litros y pasando a tercer lugar ahora el otoño de 2009 ccon 321,3 litros. En lo que va de la estación otoñal de 2020 en Alcañices han caído 190,9 litros, de los cuáles 178,6 corresponde a la pasada semana y 108,5 al día 20. Respecto verano cayeron 99,4 litros en solo nueve días de lluvia.