La apertura de la caza de la perdiz, el conejo y la liebre en la jornada de ayer era esperada por prácticamente todos los cazadores, pero solo un contado número se aprestó a salir al campo imponiéndose a las duras inclemencias de viento y lluvia que marcaron la jornada.

Esta primera salida ha servido, no obstante, para que pudiera tomarse una primera valoración de los recursos cinegéticos a la vista de lo observado por los que patearon los terrenos, algunos con sus perros tan animados como ellos.

El delegado provincial de Caza, José Antonio Prada, calificó ayer “regular” el estado de especies como la liebre y el conejo, y “de mejor que el pasado año” en lo tocante a la perdiz.

Sobre el conejo afirma que “se nota que hay menos que el pasado año, tal vez porque haya criado peor o porque la mixomatosis esté haciendo algún efecto”.

Sin embargo, han sido varios los cotos que han determinado no abrir la caza de la perdiz en esta fecha y reservan el comienzo de la actividad para el próximo fin de semana, e incluso para el segundo de noviembre. Entre los que apuestan por esta gestión están alguno de la zona de La Guareña.

En otros acotados la sociedad de cazadores mantiene la gestión de ceder la caza de la liebre a los galgueros o, al menos, en algunos cuarteles.

La jornada de ayer echó a algunos cazadores para atrás. “Algunos estaban preparados y optaron por quedarse en casa porque era un día desagradable por el airón y la lluvia” expresa José Antonio Prada. Fueron muchos los que, con las armas entonadas y preparadas, decidieron no sacarlas de sus nidos, otros únicamente gratificaron a sus perros con una breve excursión y otros, sobreponiéndose al estado del tiempo, siguieron firmes con su determinación de ejercer de cazadores, al menos por un rato. Esta fuerza de voluntad la vieron recompensada en algunos casos con alguna captura de conejo, liebre o perdiz, y expresando su satisfacción de salir el primer día y no volver de vacío.