La toma de posesión de la nueva concejala popular en el Ayuntamiento de Porto de Sanabria, María Guadalupe Carracedo Carracedo, estuvo marcada ayer por un clima de crispación y reproches mutuos con el alcalde, Francisco Blanco Corral.

Guadalupe Carracedo prometió el cargo de concejala y acto seguido el alcalde le dio la bienvenida y “esperamos que trabaje por el bien del pueblo, esperemos que no entorpezca mucho, que la labor sea positiva y en cualquier caso estaremos ojo avizor por lo que pueda ocurrir”. Unas palabras que la recién nombrada edil interpreto como “¿qué es una amenaza, ya?”. El alcalde pidió paz, tranquilidad y armonía, aunque el clima de enfrentamiento iba en aumento. La concejala respondió: “aquí, mientras nosotros hemos estado siempre ha habido armonía” mientras regañaba a una vecina que se reía ante sus afirmaciones.

Se aprobó la restauración del libro de “Xunta da Serra” que es una recopilación de documentos cosidos entre sí “en un estado bastante deterioro” que además de su antigüedad tiene gran valor histórico “esperemos que en un futuro tengamos un archivo local y este es un libro digno de estudio, tanto de filólogos por las distintas épocas como histórico”.

Aunque es un libro de la Xunta da Serra, es un libro que siempre ha estado depositado en el Ayuntamiento y “es un bien público” que debe seguir depositado en el Ayuntamiento. La concejala del PP voto a favor pero que el pago corra por cuenta de la Junta de la Sierra, una asociación de vecinos, por cuanto ella dispone de 6.000 euros de dichos vecinos a falta de una cuenta. Eso provocó un debate por los fondos depositados en una cuenta en trámite de regularización de 100.000 euros. También se enzarzaron porque en la junta se tomaban decisiones que luego no se ejecutaban por parte de la entonces alcaldesa.

En el transcurso del pleno, un vecino pidió que sea el Archivo de Simancas el se haga cargo de la restauración, mientras que el exalcalde Rogelio Carracedo atestiguaba el que libro recogía metro a metro cuales son las hectáreas que tiene la Sierra. Ante las dudas de si el libro existe, el concejal Miguel Tomas Bruña aclaró que sí.

La corporación, con 4 votos a favor y una abstención, dio el visto bueno al pliego de cláusulas para la ejecución de una separata de las obras del camino de La Cuesta, con cargo a los fondos de la Zona de Influencia Socioeconómica del Parque Natural del Lago de Sanabria, Sierras Segundera y de Porto. Francisco Blanco señaló con respecto a las ayudas ZIS y del Parque “estamos muy disconforme. Yo creo que hay un desfase porque estas ayudas son bianuales. Si miramos el calendario, no se cumple.

En decretos de la alcaldía Guadalupe Carracedo preguntó por los importes de algunos de los decretos, en particular por uno de 8.880 kilómetros de desplazamientos del primer semestre de la concejala socialista, Ana María Rodríguez Muela, lo que provocó una discusión por la divulgación del DNI de la concejala en las redes sociales, vulnerando según el alcalde y la propia interesada “la protección de datos”, al igual que la divulgación de datos de algún proveedor local de servicios, que cuestionó que su DNI “lo conozca todo el pueblo”. Para la concejal del PP los decretos son públicos, mientras que el alcalde defendió la privacidad de algunos datos. Carracedo preguntó por varias facturas de la compra de un equipo de sonido y del proyecto de Trail Center que ha costado al Ayuntamiento 2.499 euros. El alcalde dio cuenta, a preguntas de la oposición, del desglose de gasto de instalación y reparación de alumbrado, instalación de led, el reloj de la torre y la reparación de cobertura wifi, entre otros trabajos, englobado en un pago de 4.260 euros.

En el último punto, el propio alcalde preguntó a la exalcaldesa un libro de 1752 desaparecido del Ayuntamiento, una cámara de televisión valorada en más de 10.000 euros, la multa de 1.500 euros por dejar caducar el Plan cinegético que finalizaba en 2020. El alcalde también pidió explicaciones por la inclusión del municipio en la lista del Tribunal de Cuentas por no entregar las liquidaciones de las anualidades 2017 y 2018, de la anterior corporación, y en particular del ejercicio 2018 faltan numerosos asientos contables. A esto sumó un desfase de 20.000 euros, en uno de los ejercicios.