La Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha reformado este año seis viviendas de titularidad municipal que pertenecen a los ayuntamientos de Villarrín de Campos, Ferreruela de Tábara, Moreruela de Tábara, Vega de Tera, Morales de Valverde y Villaseco del Pan, con el fin de que los municipios las destinen a alquileres sociales. La inversión supera los 240.000 euros, según explicó ayer la directora general de Vivienda, Arquitectura y Urbanismo, María Pardo, que visitó la última vivienda rehabilitada en Villaseco.

Se trata de una casa con una superficie de 72,5 metros cuadrados repartidos entre dos plantas que antiguamente sirvió de casa para el maestro de la escuela de Villaseco, y en la que ahora la Junta de Castilla y León ha invertido 47.311 euros para dotarla de las condiciones adecuadas para que vuelva a ser habitada.

Esta actuación se enmarca dentro del programa Rehabitare de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, que “tiene un marcado carácter social, porque no se trata solo de recuperar un inmueble, sino también de ayudar a familias en situaciones complicadas que puedan acceder a una vivienda, y hacerlo en el medio rural para ayudar a los pequeños municipios y mejorar la evidente despoblación”, en palabras de la directora general, que además señaló que los trabajos de rehabilitación se contratan siempre a pequeñas empresas y autónomos de la zona, con lo cual “también ayudamos a reactivar la economía de estas localidades”.

A pesar de que la Administración regional es la que costea la reforma de estas viviendas a través del programa Rehabitare, los inmuebles no dejan de ser de titularidad municipal y son los ayuntamientos los encargados de seleccionar quiénes serán los beneficiarios que habiten dichas casas, aunque deben de cumplir una serie de requisitos al tratarse de un alquiler social. Por eso los moradores de estas casas deben cumplir algunos perfiles determinados como ser familias numerosas, mujeres maltratadas, personas sin vivienda o que han sufrido un desahucio, familias monoparentales o gente con ingresos muy por debajo de la media. El alquiler nunca debe exceder un tercio de los ingresos de la unidad familiar ni el precio de dos euros por metro cuadrado.

En el caso del Ayuntamiento de Villaseco del Pan, esperan que la vivienda de alquiler social sirva para “ayudar a gente necesitada y especialmente para asentar población en el municipio, aunque eso es un poco difícil, porque además de vivienda se necesita trabajo”, explicó el alcalde, Felipe Cuesta.

Además, el Gobierno Local está rehabilitando una segunda vivienda contigua a la del programa Rehabitare, con las mismas características, y que también prevén destinar al alquiler para asentar población en Villaseco del Pan.

Tal y como recordó la directora general de Vivienda, Arquitectura y Urbanismo, el programa Rehabitare se encuentra en estos momentos en su “ecuador”, pues fue puesto en marcha en el año 2016 y desde entonces se han rehabilitado 263 viviendas en las nueve provincias de Castilla y León con una inversión que ya alcanza los 12 millones de euros. A partir de ahora, además, la Junta de Castilla y León sumará el apoyo de las diputaciones provinciales para disponer de mayor capacidad económica para este programa. De esta forma, antes de que concluya la presente legislatura en 2023 Rehabitare habrá invertido en el medio rural otros 12 millones de euros más para rehabilitar 238 viviendas hasta alcanzar las 501 casas y una inversión global superior a los 24 millones de euros.