La organización agraria COAG Zamora denunciaba ayer los ataques que el lobo produce en las ganaderías situadas en la provincia de Zamora. Consideran que la reducción de cupos anuales de caza de lobos en la provincia al norte del Duero –que han pasado de 40 a 29– agravan la situación, y que además para cobrar las indemnizaciones por los daños que ocasiona el cánido los ganaderos se ven obligados a pagar un seguro.

Desde COAG Zamora califican la actual situación de los ganaderos como “de indefensión” y afirman que “desde la Administración Autonómica no se toma más medida que la de enviar a un Agente Medioambiental a levantar acta de campo que certifique la identificación de los animales muertos que presentan indicios de ataque, o bien para informar, que dado el estado de los cadáveres, muchas veces parcialmente comidos por los buitres, no se puede evidenciar que el motivo de la muerte haya sido un ataque de lobos”.

Según la organización de agricultores y ganaderos la problemática “va a peor campaña tras campaña”. Por eso instan a la Administración, que conoce estos hechos, a “tomar las medidas de control necesarias para con aquellos lobos especialmente problemáticos con la ganadería, y no adoptar medidas que van en sentido contrario, como la de haber reducido casi en un 30% el cupo anual de caza en las comarcas al Norte del Duero de la provincia”.

“Hay explotaciones que sufren a diario las consecuencias de los ataques, con un goteo constante de animales atacados, que o bien mueren en el momento, o sufren tales mordeduras que agonizan en los siguientes días hasta su muerte, bien en la explotación, bien en el campo de no ser localizadas”.

Concluye el comunicado sentenciando que “no se debe dejar en manos exclusiva de los cotos el control poblacional del lobo mediante la asignación de cupos, ya insuficientes. Hay situaciones que requieren de una intervención inmediata, y es la Administración quien tiene la potestad y el deber de acometerla, mediante control poblacional de determinados ejemplares”.