“Tiene que haber una mayor implicación de los municipios, sobre todo en las zonas donde se recolectan setas, de las instituciones y de los empresarios. No podemos ver cómo se va de Zamora un producto que vale mucho dinero y que podría dejar mucho empleo y prosperidad en una zona que lo necesita urgentemente” expresó ayer el presidente de la Asociación Micológica de Zamora. Lo hizo tras la presentación de la reedición, revisada y ampliada, del “Atlas micológico de la provincia de Zamora”, en un acto en el que estuvo presente el presidente de la Diputación provincial, Francisco José Requejo.

Requejo resaltó que “el potencial micológico de la provincia de Zamora constituye un recurso del territorio cuya labor ha ido creciendo a lo largo del tiempo y el aprovechamiento comercial de los hongos ha experimentado un aumento considerable, con una producción micológica que se suma a la economía local y permite a muchas familias obtener un complemento a sus rentas, además de tratarse de un recurso compatible con la conservación del medio natural”. El diputado de Agricultura y Ganadería, Ángel Sánchez, destacó la importancia de la micología por tratarse de un recurso “que abre nuevos horizontes a la comercialización, en recursos distinto y crea oportunidades de negocio”.

La autora del Atlas y técnica forestal del Servicio de Agricultura, Berta Martín González, diseccionó la publicación apuntando que “de las 759 especies catalogadas se han seleccionado las 250 mas frecuentes o interesantes para su descripción y análisis más detallado”. Reparó en la novedad respecto a anteriores trabajos de la presentación de un estudio sobre hongos hipogeos (que fructifican bajo el suelo) de las comarcas de Sanabria y Sayago, “haciéndose recorridos con perros adiestrados en un total de 13 localidades de Sayago y 30 de Sanabria”. Sobre este particular, aludió a “la dificultad” que conlleva realizar el inventario correspondiente por cuanto que requiere “contar con perros adiestrados y personal especializado”. El inventario, precisó, es la obra de un trabajo iniciado en el otoño del año 2003 y prolongado hasta el otoño de 2018, que ha contado con la participación de 67 personas que, en casos, fue necesario repetir el muestreo “debido a la dificultad, intensidad y variabilidad de las condiciones meteorológicas”. Para la evaluación de las especies se cuadriculó la provincia de Zamora en unidades cartográficas de 10x10 kilómetros (140 cuadrículas), “prospectado el 0,1 %, un total de 10 hectáreas por cuadrícula” según se recoge en el apartado dedicado a la metodología empleada.

Berta Martín destacó el contenido del capítulo referido a “relación de especies localizadas y su distribución”, que recoge las especies localizadas en cada comarca de Aliste, Tábara y Alba; Guareña y Tierra del Vino; Tierra de Campos, Pan y Toro; Sayago; Sanabria y Carballeda y, finalmente, Benavente y Los Valles. El Atlas prosigue su paginación con la descripción de especies, donde la foto del hongo se acompaña del nombre, las características, el hábitat, la distribución y la comestibilidad e importancia comercial. Un glosario y el índice de especies cierran una publicación que contó con la colaboración de la Asociación Micológica y que pretende ser un referente de información, conocimiento y muestra del sector micológico.