Autoridades y vecinos de Sarracín de Aliste aseveran que ya hay comprometidos 120.000 euros para el arreglo de la iglesia de San Miguel. El Ayuntamiento de Riofrío, presidido por Germán Matellán Fernández, natural de Sarracín, tomó cartas en el asunto y tras varias gestiones con la Diputación de Zamora y la Diócesis se llegó a un acuerdo en septiembre de 2019 para afrontar su restauración conjuntamente: la institución provincial aportaría 60.000 euros y otro tanto el Obispado de Zamora. Todo parecía solucionado pero la realidad es que 12 meses después el problema sigue sin resolverse y, las obras sin comenzar, y el invierno se mete encima. La previsión de la Diputación era el desarrollo del convenio y su ejecución dentro de este ejercicio de 2020, del que sólo quedan ya tres meses.

La restauración integral del templo va a afectar tanto a los muros estructurales, que habrán de ser reforzados, como a la cubierta, que es la que más peligro corre de venirse abajo: “si no estuviera apuntalada ya se habría venido abajo”, aseguran los feligreses. El malestar entre los vecinos de Sarracín es aún mayor al entender que la parroquia y el pueblo han sido de los más colaboradores, desde siempre, cuando ha hecho falta con el Obispado de Zamora.

Sarracín nunca contó con una Plaza Mayor amplia. Se daba la casualidad que el único solar céntrico, que podría favorecer la habilitación de un ágora, era la llamada “huerta del cura”, como su nombre indica el lugar donde los curas y sus criadas sembraban hortalizas. Los últimos curas de Sarracín Manuel Iglesias Martín, Héctor Galán Calvo y Fernando Lorenzo Martín ya nunca la sembraron.

Fue entonces cuando autoridades y vecinos vieron la oportunidad de ubicar allí la Plaza Mayor y pidieron una donación gratuita a la Diócesis, siendo obispo Gregorio Martínez Sacristán, pero la respuesta fue que en todo caso mediante compra, el pueblo tendría que pagar el solar. Y lo pagaron, concretamente 53.000 euros, prácticamente todo lo que tenía ahorrado la localidad de los aprovechamientos de las cortas de pinos en sus montes de la sierra de la Culebra. Ya durante las gestiones los vecinos propusieron que el Obispado destinara el dinero de la venta a la iglesia de Sarracín o a su casa parroquial, pero no lo consiguieron.